Edioberth Araque, babalao de la religión Yoruba, se convirtió en objetivo del gobierno luego de que este domingo publicara en su cuenta de Instagram (@edioaraque) predicciones sobre el nuevo presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó.
En dichas predicciones, el babalao indicó: “el signo que acompaña la consulta habla de que se empieza a destapar todo lo tapado a pesar de que el gobierno, y no solo el gobierno, sino que una parte de la oposición que no entró en la negociación, buscará desprestigiarlo. Es un signo donde necesita usar la inteligencia y todo su conocimiento… todo lo que hagas con las manos no lo vayas a desbaratar con los pies… no se debe confiar en mujeres y mucho menos hacer pactos con ellas a través de las relaciones política y sociales”, explica Araque en el post.
También agrega: “habla de traición entre sus allegados… debes manejar tus secretos con cautela, ya que tienes en la puertas escándalos difamación para perjudicar tu ética política… A pesar de los tropiezos y obstáculos, su mandato será corto en la Asamblea Nacional, pues pronto asumirá temporalmente la presidencia de la República Bolivariana Venezuela … Meferefum Oya con sus vientos y cambios en su entorno”.
Después de que el contenido completo se replicara a través de cadenas de whatsapp durante el lunes, Araque denunció que este martes su cuenta de tuitear fue hackeada y que amigos —allegados a cargos importantes del gobierno, y de la la oposición— lo llamaron para advertirle que era objetivo del gobierno.
“A las 5 de la mañana recibí la primera llamada y de ahí no sé cuántas más, en las que me advertían que después de publicar mi consulta a Juan Guaidó, y de que mis predicciones para el país se hicieran virales en una entrevista que me hizo la tarotista Virgina Escobar en su canal de Youtube, me iban a empezar a montar un expediente para meterme preso. Esto es una ratificación más de que estamos en dictadura, por eso responsabilizo al gobierno de lo que pueda pasarme a mí o a mi familia. Yo no dije nada inapropiado, ni cometí ningún crimen”, concluyó el babalao.