La Corte Penal Internacional (CPI) suspendió este miércoles por la noche la puesta en libertad del expresidente de Costa de Marfil, Laurent Gbagbo, tras una nueva apelación presentada por el fiscal al día siguiente de su absolución.
Los jueces habían ordenado previamente su puesta en libertad, así como la de su mano derecha Charles Blé Goudé (exjefe del movimiento de Jóvenes Patriotas) tras haber anunciado el martes su absolución de los cargos de crímenes de lesa humanidad.
Pero según la CPI, ambos deben “permanecer bajo custodia de la CPI” hasta que la apelación de la fiscalía contra su liberación sea escuchada.
“A la espera de la decisión de la sala de apelaciones sobre la apelación del fiscal […] Gbagbo y Blé Goudé permanecerán bajo la custodia de la CPI”, indicó un portavoz de la Corte, con sede en La Haya.
Detenido desde hace más de siete años, Laurent Gbagbo fue juzgado por crímenes cometidos durante la crisis poselectoral de 2010-2011, fruto de su rechazo a ceder el poder a su rival, el actual presidente marfileño Alassane Ouattara.
Finalmente fue detenido en abril de 2011 por las fuerzas del presidente Ouattara, apoyadas por la ONU y Francia. Es el primer exjefe de Estado en haber sido entregado a la CPI.
Laurent Gbagbo y Charles Blé Goudé fueron acusados de asesinatos, violaciones, persecuciones y otros actos inhumanos.
En un primer momento, la sala de primera instancia había “constatado que no había razones excepcionales de oponerse a la liberación de Laurent Gbagbo y Charles Blé Goudé, tras su absolución” el martes.
La mayoría de los intentos de la CPI de juzgar a personalidades políticas de alto rango -casi todas en África- acabaron en fracaso o absoluciones.
“Compasión”
El anuncio de la absolución de Gbagbo provocó escenas de júbilo entre sus partidarios en Costa de Marfil, así como al mismo tiempo un llamado de las autoridades a “tener compasión por las víctimas”. La CPI recibió críticas por su fallo.
En Costa de Marfil, Gbagbo sigue siendo objeto de una condena de 20 años que data de enero de 2018 por delitos económicos. Sin embargo, es poco probable que la policía marfileña intente detenerle si regresa a su país.
“La decisión de volver” a Costa de Marfil “le corresponde” tomarla a él, anunció el miércoles el gobierno marfileño, tras haber llamado “al conjunto de la población a la calma, al perdón y a la reconciliación”.
Con información de AFP.