La Policía española ha desmontado uno de los laboratorios de procesamiento de cocaína más importantes de Europa y ha detenidos a once personas de un grupo formado por españoles, colombianos y albaneses en varias provincias.
El laboratorio se encontraba en El Puig, provincia de Valencia (este) y las detenciones se efectuaron también en Madrid, Málaga (sur), Toledo (centro), Valencia, Valladolid y Pontevedra (noroeste).
La banda se dedicaba a introducir grandes partidas de sustancia estupefaciente en España, camufladas en distintos productos legales, de los que luego extraían la pasta de coca para elaborar clorhidrato de cocaína.
Contaban con una amplia estructura empresarial, que se encargaba de importar contenedores marítimos contaminados de torta de palmiste, producto con el que enmascaraban el estupefaciente a fin de superar fácilmente los controles aduaneros y sanitarios.
Disponían de “químicos o cocineros” traídos desde Latinoamérica para instruir a la organización y enseñar la elaboración o “cocinado” del estupefaciente.
La Policía llegó hasta la organización después de que una pareja de ciudadanos colombianos viajara a España hasta tres veces para comprobar la estructura, negociar los porcentajes y beneficios una vez que la droga fuera extraída y distribuida.
Posteriormente, los investigadores detectaron la llegada de diez contenedores al puerto de Marín (Pontevedra) con mercancía legal y, entre ellos, uno en el que se transportaba la cocaína.
Las fuerzas de seguridad registraron diez inmuebles, entre ellos la vivienda del laboratorio, donde se encontraron más de 8.500 litros de sustancias químicas destinadas a la preparación de la droga.
Doce contenedores están bloqueados en el puerto de Marín a la espera de ser analizados.
La Policía destaca la gran movilidad de la banda, ya que sus principales responsables viajaban por toda España, residían en un casa de lujo en la Costa del Sol (zona turística muy conocida del sur de España), desde donde coordinaban y daban las instrucciones oportunas. EFE