Las reservas de oro de Venezuela en el Banco de Inglaterra se duplicaron en las últimas semanas, luego de que el país pagó un canje al banco de inversión alemán Deutsche Bank y recuperó lingotes que estaban en garantía, dijeron dos fuentes conocedoras de la operación.
El gobierno socialista de Nicolás Maduro estaría optando por dar prioridad a la recuperación de una parte de su oro monetario, en medio de un incumplimiento de pagos de casi todos sus bonos internacionales, con el objetivo de poder disponer pronto de esos ahorros.
Desde el año pasado, Venezuela intenta retirar las barras de oro que tiene en el banco británico debido al temor a sanciones internacionales y posibles embargos, justo cuando atraviesa por una crisis de liquidez tras la caída de su producción petrolera.
Pero las autoridades británicas han sido reacias a repatriar los lingotes solicitados por el país petrolero pese a las gestiones de funcionarios venezolanos, añadieron las fuentes.
En ese proceso, el Banco Central de Venezuela vio duplicar la posición en oro que mantiene en esa institución extranjera hasta las 31 toneladas, equivalentes a unos 1.200 millones de dólares, dijeron las fuentes. En octubre, Venezuela contaban con unas 14 toneladas en la institución británica.
La nueva acumulación de lingotes se debe a la cancelación que Venezuela habría hecho a finales de año a Deutsche Bank para conseguir recuperar unas 17 toneladas de oro que había colocado en garantía de un préstamo, dijeron las fuentes que no mencionaron el monto que el gobierno pagó.
El Banco de Inglaterra y el banco alemán no respondieron a solicitudes de información, y tampoco el Banco Central de Venezuela y el Ministerio de Información.
Si bien no es inmediatamente evidente la razón por la que Venezuela prioriza recuperar el oro en garantía y pagar a Deustche Bank, el gobierno de Maduro en paralelo ha optado por exportar desde el año pasado oro a países como Turquía, que se ha convertido en su más reciente apoyo.
De esta forma Venezuela ha ido reduciendo sus lingotes de oro monetario en reservas desde las 150 toneladas que tenía a principios de 2018 hasta las 134 toneladas en noviembre, según los informes mensuales del Banco Central.
La estrategia del gobierno venezolano detrás del envío de oro a países como Turquía es conseguir la manera de importar alimentos, luego de varias rondas de sanciones de Estados Unidos que han provocado que bancos internacionales se muestren reacios a transferir dinero de entidades del país.
En 2011 y 2012, el país sudamericano repatrió lingotes que tenía en bancos de Estados Unidos y Europa, pero el gobierno dejó parte de las reservas en el Banco de Inglaterra previendo que sería útil para futuras operaciones financieras.
Desde 2015, el gobierno de Maduro comenzó a comprometer casi un tercio de sus ahorros de oro que estaban en el Banco de Inglaterra al usarlo como respaldo a préstamos a mediano plazo, con los que buscaba liquidez en medio de una sequía de ingresos por el desplome de los precios del petróleo.
En 2017, Venezuela dejó vencer un canje con Deutsche Bank por 1.700 millones de dólares, cuando enfrentaba pesados compromisos de deuda. No obstante, el año pasado pagó a Citibank en una operación similar y recuperó los lingotes en garantía.
INGLATERRA BAJO PRESIÓN
El Banco de Inglaterra enfrenta a la presión política de Venezuela y de miembros del parlamento británico para no colaborar con el gobierno de Maduro, cuyo segundo mandato, que comenzó el 10 de enero, ha sido calificado de ilegítimo.
Calixto Ortega, presidente del emisor venezolano, conversó con funcionarios de la institución británica en diciembre, pero no logró su objetivo de traer los lingotes, dijeron las fuentes, quienes agregaron que es costoso movilizar el oro.
El oro representa más de dos tercios de las reservas monetarias de Venezuela y se convierte en un activo clave para el gobierno de Maduro, que lucha con una hiperinflación de casi dos millones por ciento y una recesión que cumple cinco años y ha llevado a que unos 3 millones de sus ciudadanos hayan dejado el país desde 2015, según datos de Naciones Unidas.
El presidente culpa de los males de la economía a la “guerra económica” liderada por la oposición y a las sanciones financieras de Estados Unidos, pero algunos economistas sostienen que la crisis se debe al modelo de estatal de controles.
Opositores, incluido el líder exiliado Julio Borges, han argumentado que el oro no debería ser repatriado porque podría usarse para financiar la corrupción y en Washington evalúan aplicar más medidas para restringir las exportaciones del metal venezolano.
Bajo esas tensiones, las peticiones del gobierno venezolano al banco británico generaron inquietud en el parlamento inglés.
El legislador de ese país, Andrew Lewer, sostuvo la semana pasada una reunión con representantes de la secretaría del tesoro en la que manifestó su preocupación por la repatriación del oro a Venezuela y las autoridades británicas se comprometieron a trasladar sus inquietudes al Banco, dijo en un comunicado enviado a Reuters.