Ser la pareja del capo más famoso del mundo significa tener asegurado un lugar en la historia del crimen, pero en muchos casos también implica tener que pagar un precio muy alto, publica Infobae.
Si hay una característica que define al mexicano Joaquín “El Chapo” Guzmán, es la de ser un hombre extremadamente mujeriego. No por nada la criminóloga Mónica Ramírez, quien tuvo la oportunidad de entrevistarlo en distintas ocasiones, lo describió como un hombre “adicto a las mujeres”.
Ante la criminóloga reconoció formalmente a 10 parejas, de las cuales, algunas tuvieron desenlaces muy desfavorables: fueron detenidas o se encuentran bajo la mira de las más altas esferas de la policía estadounidense, aunque también hubo un caso en el que una de sus novias fue torturada brutalmente antes de morir.
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