¿Quién responde por el trauma provocado a casi 100 niños y adolescentes tras ser detenidos por el régimen de Nicolás Maduro durante las últimas dos semanas, por el “delito” de no ser chavistas y querer un país que no esté en la miseria?
A ti querido hermano venezolano que una vez creíste en las promesas de Hugo Chávez: ¿Acaso no ves que Maduro, Cilia, Delcy y Diosdado están tan sedientos de mantenerse en el poder “cómo sea”, que no les importa que chamos que no son delincuentes, que pueden ser tus hijos o nietos, sean maltratados por guardias nacionales y pasen días enteros encerrados en calabozos, sin derecho a ver sus familiares ni que les lleven comida o ropa?
¿Cómo es posible que en mí Yaracuy, estado al cual me honro en representar en la Asamblea Nacional, se hayan cometidos los mayores desmanes contra los más indefensos, cuando el gobernador de facto Julio León Heredia amenazó de muerte a una jueza para que no liberara a 19 menores de edad arrestados durante la protesta del 23 de enero que se hizo en contra del régimen de Maduro?
Y que nada más que esa revelación de Ediluh Guédez, juez de Responsabilidad Penal del Adolescente en el estado Yaracuy, al admitir que además de León Heredia, la presidenta del Circuito Penal, Darcy Lorena Sánchez Nieto, también la coaccionó para que no liberara a los muchachos, constituye una grave violación de derechos humanos y si este fuera un país medianamente serio ya ese par de sátrapas estarían tras las rejas.
Pero este lamentable episodio no es más que una nueva confirmación que el sistema judicial está podrido, secuestrado por las mafias del Partido Socialista Unido de Venezuela y de la delincuencia organizada que con toga y birrete vende sentencias al mejor postor.
Sobre esta realidad que padecemos en el país, debo decir que no estamos solos y que la comunidad internacional es solidaria con nuestra lucha por la libertad, ya que desde distintas partes del mundo se manifiestan para respaldar nuestra empeño por restablecer el hilo constitucional. En ese sentido, debo agradecer el reciente comunicado de la Asociación “Juristas de Iberoamérica” (ASJURIB), firmado por su presidente Andrés Guerrero, en el que además de condenar la ruptura del orden democrático, expresa su irrestricto apoyo al colega diputado Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela, “con la única finalidad de cumplir el mandato popular de restablecer la democracia participativa, mediante la convocatoria de elecciones legales, transparentes y democráticas”.
Otras palabras de estímulo nos llegan desde Buenos Aires, específicamente de los integrantes de la Rama y Capítulo Argentino de la Federación Interamericana de Abogados Inter-American Bar Association, que además de repudiar “la progresiva escalada de violencia en Venezuela que lleva a una represión política de imprevisibles consecuencias para el pueblo”, llama a la realización de comicios “democráticos y transparentes”, en una carta firmado por el colega abogado Jovino Arturo Álvarez.
Sirva la ocasión para reiterar nuestro agradecimiento a países como Estados Unidos, Chile, Colombia, Argentina, Costa Rica, Panamá, Brasil, Australia e Israel, entre decenas de naciones que también han reconocido a Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela, al igual que entes como la Organización de Estados Americanos con su secretario general Luis Almagro a la cabeza, y el Parlamento Europeo con su presidente Antonio Tajani, ambos incondicionales baluartes para nuestra causa democrática.
Con ellos también contamos para cuando saquemos a la tiranía, porque las violaciones a los derechos humanos no prescriben y dónde se metan estos delincuentes de cuello “rojo rojito” van a tener que pagar ante la justicia por todo el sufrimiento que nos han infligido. Para estos no hay Ley de Amnistía, solo con justicia lograremos una paz verdadera.
Ramón Flores
Diputado a la Asamblea Nacional
Presidente del Parlamento Amazónico
@liderhumano