La economía venezolana se hunde día tras día llevando a la población a la miseria

La economía venezolana se hunde día tras día llevando a la población a la miseria

Un hombre se sienta frente a una puerta en el barrio de Cotiza en Caracas, el 4 de febrero de 2019. (Foto de YURI CORTEZ / AFP)

 

En momentos en que la crisis política sacude Venezuela, los intereses económicos están en el centro de la rivalidad entre Nicolás Maduro y Juan Guaidó, así como los apoyos financieros a uno u otro campo mientras sus ciudadanos se mantienen en la pobreza.

Con información de AFP

Políticamente dividida, Venezuela, declarada en default parcial en noviembre de 2017 por varias agencias calificadoras, se hunde semana tras semana en una crisis económica sin precedentes.

La inflación alcanzó en 2019 una cifra irracional de 10.000.000%, según el Fondo Monetario Internacional (FMI). El Producto Interno Bruto (PIB) se redujo a la mitad en cinco años y la población sufre la escasez de alimentos y medicinas.

“Lo que fue una crisis económica a partir de 2016 con el comienzo de la recesión, en 2018 se convirtió en una crisis humanitaria, y ahora en una crisis política”, señaló Ludovic Subran, economista jefe de la aseguradora de créditos Euler Hermes.

Y la producción de petróleo, en la que se basa casi exclusivamente la economía venezolana, se hunde. En 2018, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) estimó que había caído en un 37% respecto al año anterior, a 1,17 millones de barriles diarios, el nivel más bajo de los últimos 30 años.

 

 

Sanciones estadounidenses

Foto REUTERS/Henry Romero

 

Precisamente, el petróleo es el blanco principal de las sanciones económicas adoptadas por Estados Unidos, que apoya al presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, quien -desde el 23 de enero- es reconocido como presidente encargado de Venezuela por unos cuarenta países.

El oro negro de Venezuela es pesado, por lo que Caracas tiene que refinar parte de éste en Estados Unidos y también importar gasolina desde ese país. Pero la Casa Blanca la ha emprendido contra la petrolera PDVSA, al prohibirle comerciar con entidades estadounidenses y congelándole siete mil millones de dólares de activos en el exterior. Paralelamente, le brindó a Guaidó el control de las cuentas bancarias de Venezuela en Estados Unidos.

Si el objetivo es presionar al presidente electo Nicolás Maduro para provocar su partida, estas sanciones afectarían aún un poco más a la economía a corto plazo. “Si no hay rápidamente un cambio político, tendremos graves problemas de combustible”, afirma Asdrúbal Oliveros, director del gabinete Ecoanalítica.

El 80% de la liquidez proveniente de la venta del petróleo venezolano proviene de la relación comercial con Estados Unidos, destaca este analista.

 

Pekín y Moscú, ¿buenos clientes petroleros?

Foto archivo

 

Frente a estas sanciones y un concierto de países europeos y sudamericanos que han seguido el mismo camino que Estados Unidos al reconocer a Guaidó como presidente, destacan Pekín y Moscú, los dos principales acreedores de Venezuela.

Caracas ha recibido unos 62.000 millones de dólares en préstamos por parte del gigante asiático durante la última década, principalmente a cambio de petróleo. Y una parte de la deuda venezolana -de varios miles de millones de dólares-, con Moscú es, por ejemplo, reembolsada con hidrocarburos mediante acuerdos entre PDVSA y el gigante semipúblico ruso Rosneft.

Oficialmente, se trata de adelantos sobre los contratos de entrega de petróleo y combustible, pero muchos expertos ven en ello un apoyo financiero encubierto a Caracas. El Kremlin por otra parte es también el primer proveedor de armas de Venezuela.

El régimen de Nicolás Maduro continúa siendo optimista y asegura que los 500.000 barriles diarios (bd) que el país vende a Estados Unidos pueden ser redireccionados hacia Europa o Asia.

“A Rusia y China no les inquietan las sanciones de Washington”, señaló Ronny Romero, representante de Venezuela ante la OPEP.

Una postura difícil de mantener “sin acceso a los mercados internacionales, y a las salidas del petróleo en un mercado de productos básicos (en el cual todo se negocia) en dólares”, subraya Ludovic Subran.

 

La batalla humanitaria

Venezolanos buscan qué comer en la basura (Foto Reuters)

 

La crisis política y económica ha provocado lógicamente una catástrofe humanitaria con unos 2,3 millones de venezolanos que han optado por el exilio desde 2015, según estadísticas de la ONU.

Los apoyos de Guaidó ya han prometido varios millones de dólares en ayuda: 40 millones Canadá, 20 millones Estados Unidos y 7,5 millones la Unión Europea (UE).

Pero Nicolás Maduro, quien denuncia al “imperialismo”, ve en esto un pretexto para una intervención militar de Estados Unidos.

Por ejemplo, un puente fue neutralizado por militares en la frontera con Colombia, donde se ha organizado una colecta de alimentos y medicamentos.

En un último intento para hacer vacilar al ejército, que es leal a Maduro, Estados Unidos afirmó que está dispuesto a eximir de sanciones a los mandos militares venezolanos que se unan a Guaidó.

 

 

Exit mobile version