Los pemones de Venezuela, un pueblo indígena que vive en la frontera con Brasil, están decididos a permitir que llegue la ayuda humanitaria al país si es enviada cerca de su territorio, incluso si eso implica un enfrentamiento con las fuerzas de seguridad de Nicolás Maduro.
En medio del colapso económico y la hiperinflación que ha provocado una creciente desnutrición en sectores de la población y el éxodo de millones de venezolanos, la ayuda humanitaria se ha vuelto un foco polémico más en la crisis política del país.
Juan Guaidó dijo la semana pasada que una coalición mundial que incluye a Estados Unidos estaba enviando alimentos y medicamentos a puntos de acopio en Colombia, Brasil y una isla de El Caribe antes de entregarlos a Venezuela.
Brasil se ha unido a Estados Unidos, así como a la mayoría de los países de América Latina y Europa, al reconocer a Guaidó como presidente encargado de Venezuela.
Maduro, que niega que haya incluso una crisis humanitaria, dice que no permitirá ese “show” al que describe como parte de un plan dirigido por Estados Unidos para socavar y derrocar a su gobierno.
Seis líderes de la comunidad Pemón que residen en el municipio Gran Sabana que limita con Brasil dijeron a Reuters que las necesidades apremiantes de la población deberían superar cualquier politización con respecto a la ayuda humanitaria.
La Gran Sabana, una llanura cubierta de grama y de inmensas montañas en el estado Bolívar, en el sur del país, tiene la única carretera pavimentada entre Venezuela y Brasil.
“Estamos preparados físicamente, sin armamento, dispuestos a abrir la frontera para recibir la ayuda humanitaria”, dijo el alcalde de La Gran Sabana, Emilio González a Reuters. “Esto no lo va a paralizar ni la Guardia ni el Gobierno. Estamos listos a la espera de la ayuda”.
Las comunidades indígenas cuentan con un mayor grado de autonomía que otras en Venezuela.
El gobernador de Bolívar y el jefe militar de la región de Guayana que comprende Bolívar y Amazonas, no estuvieron disponibles de inmediato para realizar comentarios.
Somos autoridades legítimas
“Nosotros somos originarios de la Gran Sabana y no vamos a permitir que unos generales de afuera decidan por nosotros, somos autoridades legítimas y gobierno local”, dijo el concejal Jorge Pérez en representación de los indígenas de la Gran Sabana.
Pérez dijo que realiza visitas diarias al hospital local donde los pacientes y médicos se desesperan por la falta de medicamentos.
“Por una emergencia nos están sacando a Brasil, eso da pena, el hospital de Boa Vista está repleto de pacientes venezolanos. ¡Ya basta!”, enfatizó.
Boa Vista, la capital del estado fronterizo brasileño de Roraima, ha recibido a decenas de miles de venezolanos que huyen de la crisis de los últimos años.
El tepuy Roraima, que se encuentra a más de 2.800 metros de altura y que se extiende a lo largo de la frontera, es un terreno sagrado para los pemones y un símbolo espiritual para muchos venezolanos.
La Asamblea Nacional (AN) hasta ahora ha anunciado públicamente la llegada de la ayuda humanitaria a la fronteriza ciudad colombiana de Cúcuta, donde se está almacenando debido a que los funcionarios chavistas han dejado claro que no permitirán su ingreso.
El alcalde González dijo que las autoridades brasileñas aún no le han informado la fecha precisa de la llegada de la ayuda. Un portavoz del gobierno brasileño se negó a comentar sobre el tema, pero confirmó que era posible el transporte terrestre a la Gran Sabana.
¿Preparado para la batalla?
Los líderes indígenas dijeron que ya habían demostrado su voluntad de enfrentarse a los militares venezolanos por la ayuda humanitaria después que las tropas bloquearan con barreras metálicas la vía entre la ciudad de Santa Elena de Uairén y la frontera con Brasil.
La comunidad Pemón, que cuenta con más de 10.000 integrantes en Venezuela, tiene una historia de escaramuzas con el ejército por temas que van desde la falta de gasolina hasta la minería informal.
El ejército está tratando de capturar a un coronel, dijeron, que habría desconocido a Maduro y estaría tratando de ayudar a coordinar la llegada de la ayuda.
Los pemones eliminaron las barreras y tuvieron un enfrentamiento con los militares hasta que las tropas acordaron retirarse, dijeron los indígenas.
“En el caso supuesto de que llegue la ayuda humanitaria y se impida su paso, se suspenderán los ingresos de los camiones así sean del gobierno nacional”, dijo Ángel Páez, un líder Pemón desde el territorio Akurimo de la Gran Sabana.
“Si no hay para el pueblo, ni para el gobierno habrá”, agregó.
Con información de Reuters