La principal causa de la caída del consumo, son los elevados niveles inflacionarios y sus efectos en los costos de producción, distribución y comercialización de los productos de primera necesidad.
Por: Vicente Brito
Lo podemos determinar en el aumento sostenido de la inflación en los últimos 3 años, donde se observa una caída preocupante del consumo por la pérdida del poder adquisitivo, a pesar de los múltiples ajustes salariales y obtenerse otros ingresos adicionales. Se puede estimar una reducción de hasta de un 65 % de la capacidad de compra al compararlos con los precios del mes de enero 2016″.
Sus efectos en el consumo son visibles, causados por la pérdida del poder adquisitivo ya que la fluctuación de los precios de los artículos de mayor demanda de enero 2016 a enero 2019 así no los indican. Observándose que las variaciones porcentuales se hacen más elevadas en los de mayor necesidad de consumo para sostener una adecuada alimentación como el de las proteínas animal ej. (Pollo, carne, leche, pescado, huevos, embutidos, quesos, etc.).
Pondremos como ejemplo de cuánto ha crecido el dinero en circulación en manos del público con sus secuelas inflacionarias, desde el mes de Agosto 2018 paso de unos 60 mil millones de Bs S, a un estimado de 1.8 billones de Bs S, en este mes de febrero. Lo cual nos indica un aumento de 30 veces en apenas seis meses la cantidad de dinero en circulación. Considerando que este incremento del circulante con sus consecuencias hiperinflacionarias supera a cualquier otro monto, en dinero inorgánico emitido por otro Banco Central de los demás países del mundo.
Lo cual demuestra que la política monetaria expansiva del Banco Central, tiene como solo objetivo sostener el creciente y angustioso déficit publico causado por las inmensas perdidas de las empresas públicas, la reducción de ingresos por la caída de la producción petrolera, un gasto social clientelar que ha crecido 100 veces en ese tiempo de enero 2016 a enero 2019 y al cual cada día se le asignan más y más responsabilidades.
Sin percatarse de los graves daños causados a los venezolanos sobre todo a las familias más pobres, como resultado de la hiperinflación causada por el financiamiento vía Banco Central de un gasto público no productivo y causante de nuestras calamidades, al solo utilizar esta inmensa masa de recursos para gasto ordinario y clientelar.
Los actores políticos que han apoyado esta política monetaria expansiva del Banco Central, hoy se muestran sorprendidos por los resultados antagónicos logrados y pretenden culpar a la empresa privada, a la cual acusan de aumentar precios y crear mecanismos especulativos en una denominada “Guerra Económica”, que busca empobrecer más y más a la familia Venezolana.
Sin aceptar sus responsabilidades que todo este drama hiperinflacionario es el resultado de utilizar al Banco Central como medio para crear dinero inorgánico, para financiar un gasto público desbordado que convierte cada día a nuestra moneda en un instrumento monetario sin valor. Con sus consecuencias en la pérdida continua de nuestra capacidad de consumo y en calidad de vida.
Nota de prensa