Un muro con historias, agradecimientos y billetes de venezolanos es la entrada del refugio “La Esperanza” de Martha Alarcón, quien todos los días da cobijo a 60 migrantes, entre hombres, mujeres que huyen de Venezuela y entran a Colombia en busca de mejores oportunidades de vida.
Por JAVIER CEDEÑO Y JACKELINE DÍAZ / El Nacional
Cada uno de los caminantes que llegan a Cúcuta dejan un mensaje, una historia que es vista por todos aquellos que visitan el refugio, ubicado en La Garita, al Norte de Santander.
“Aquí los recibo con mucho amor y cariño. Yo le pido mucho a mi Dios que cuando acabe esta pesadilla, vengan en autobús y no a pie”, dijo Alarcón.
Alarcón empezó a ofrecer ayuda a los venezolanos desde el año 2017, utilizando sus propios recursos para apoyar a los migrantes. En los últimos días recibió donanciones de medicamentos, con los que atiende a muchos de los enfermos que cruzan la frontera. Tiene además un tanque de agua potable que sacia la sed de los migrantes.
El muro, conocido anteriormente como “Muro de los Lamentos”, contiene historias variopintas, agradecimientos, deseos, piezas de distintos conos monetarios que ahora no compran nada y carnets de la patria.
“Recibiré a todos los venezolanos”, dice Alarcón, pero prefiere corregir: “A mis hermanos venezolanos”, y solo pide que no la olviden.