La mayoría de los hombres y mujeres de más de 60 años de Estados Unidos tienen relaciones sexuales satisfactorias de forma muy frecuente, la mayoría hasta lo llegan a realizar dos o tres veces por día, más que muchos adultos jóvenes, reseñó MiamiDiario.
Así lo corrobora una investigación realizada en conjunto por la Universidad de Minnesota y la Universidad Estatal de Nueva York.
Aquí entra en juego la relación entre calidad y cantidad. Si se pregunta a un grupo de jóvenes cómo de satisfechos se encuentran con su vida sexual, seguramente no sean demasiado optimistas. ¿Qué pasa si, en cambio, la diferencia aparente de edad se debe a que las personas nacidas en la década de 1980 tienen actitudes diferentes respecto al sexo que las personas que crecieron después de la revolución sexual de los años 60 y 70? Como vemos, son muchos los factores que entran en juego.
“Para llegar al fondo de la cuestión, analizamos los patrones en datos longitudinales de más de 6.000 individuos durante un período de 18 años en edades comprendidas de los 20 a 93 años”, explican los autores del estudio en ‘The Conversation’. Así, se respondieron encuestas en 1995, 2004 y 2013, con más o menos diez años entre los tres períodos.
Los datos cosechados reflejan que, sin tener en cuenta ningún otro factor, la calidad de vida sexual disminuye con la edad. Pero a medida que las personas envejecían, acabaron poniendo más énfasis en la calidad, no en la cantidad, de los encuentros sexuales. Por ejemplo, la frecuencia se hizo menos relevante con la edad, en detrimento de la cantidad de pensamiento y esfuerzo invertido, que aumentaron.
La sabiduría sexual
El estudio refleja una razón de fondo: la experiencia. Al haber vivido más, las personas se conocen más a sí mismos, al igual que sus preferencias sexuales, así como lo que gusta y disgusta a sus respectivas parejas. La relación positiva entre la calidad de la vida sexual y el envejecimiento fue más fuerte en el contexto de las relaciones románticas “de buena calidad”, donde es más probable que se realice “una investigación conjunta en torno a los gustos sexuales de ambos”.
A medida que envejecemos, “nuestras prioridades sexuales cambian y desarrollamos conocimientos, habilidades y preferencias que mejoran la calidad de nuestros encuentros sexuales”. En este sentido, “dado que la sabiduría es la cualidad de tener experiencia, saber y buen juicio, nuestro estudio sugiere que la experiencia vital formenta la sabiduría sexual”. Con lo cual, cuanto más mayores, mejor educados en torno al sexo.