Carlos Ghosn fue liberado este miércoles de la prisión de Kosuge en Tokio, después de más de 100 días de detención, acusado de malversación financiera, constató la AFP.
El expresidente ejecutivo de Renault y Nissan llevaba puesta una gorra azul, mascarilla quirúrgica y gafas. Salió flanqueado por guardias y entró en un coche gris claro ante decenas de periodistas amontonados a las puertas de la cárcel.
Su esposa Carole, una de sus hijas, el embajador de Francia y otras personas llegaron horas antes a la cárcel pero no salieron al mismo tiempo que él.
A través de su abogado Carlos Ghosn pagó una fianza de unos 8 millones de euros (9 millones de dólares).
El tribunal de Tokio aceptó definitivamente el martes la puesta en libertad del magnate del automóvil tras rechazar un recurso de apelación de la fiscalía.
En Japón es muy poco frecuente que una persona acusada de abuso de confianza sea liberada antes de que se conozca la fecha de su juicio o de que éste haya comenzado.
Los expertos explican que el nuevo abogado de Ghosn ofreció garantías que convencieron al juez de que el magnate franco-libanés-brasileño no estaría en condiciones de destruir pruebas o salir del país. AFP