Después de un gran estruendo y mientras caían piedras de todos los tamaños solo se oía a los niños gritar: “¡Mamá, mamá!”, “auxilio, auxilio”, publica el diario El Universal.
Eran las 3:00 p.m. del sábado. Más de 20 niños y algunos adultos se bañaban en la poza de La Cantera, en la parte alta de El Piache, en Catia la Mar, así lo detalla Arjadis Zerpa, una de las personas que vivió la explosión de la tubería de gas. “Caían piedras por todos lados.
Hay niños con heridas en la cabeza, en los costados, con rajaduras. Debimos correr al cerro, hacia los conucos, porque la candela venía hacia nosotros. Mi hijo de 7 años se desapareció, pero una vecina me lo agarró. Gracias a Dios no nos pasó nada ni hubo muertos”.
Arjadis Zerpa, vecina del sector en Marapa Piache, en Catia la Mar, estado Vargas, relató cómo fue la explosión de la tubería de gas en esa zona, la cual hirió a varios niños que atendieron en el hospital Canes. Videos: Amy Torres (@laverdadvargas ) #TVVNoticias #TVVenezuela pic.twitter.com/KnjkxfkfIw
— TVV Noticias (@TVVnoticias) March 10, 2019
Cuenta que muchos sufrieron asfixia por el gas y por el humo. “Un niño, que es mudo, tenía un hueco en el costado por el impacto de una de las piedras. Esto fue muy feo”.
Otro vecino añade que el pequeño recibió 100 puntos de sutura y que fue llevado hasta un hospital en Caracas. Asegura que fueron ocho los niños heridos, dos de ellos de gravedad.
Uno de ellos es Joendry Acosta Torres, de 12 años. “Pidió permiso como siempre para ir a cazar camarones al río. Le dijimos que no, pero igual se fue. Le cayó una piedra en la cabeza y le agarraron nueve puntos de sutura. Se lo llevaron hoy para un hospital en Caracas. Estaba consciente”, expresa José Luis Torres Díaz, tío del adolescente.
Zerpa indica que las familias tienen la costumbre de ir al río porque no tienen agua y ahora desde el jueves están sin luz. “Aquí estamos como en un desierto. Nos tienen abandonados. Y ahora sin poder subir a bañarnos a la poza”.
“Las llamas duraron toda la tarde. Hacían un sonido como cuando hay un escape de gas. Había mucha desesperación porque algunas madres no encontraban a sus hijos”.
Dice que después de la tragedia esto es lo más terrible que le ha tocado vivir. Fue tal el sonido de la explosión que señala que no puede escuchar por su oído izquierdo.
Según el testimonio de Zerpa, la respuesta fue rápida. Dice que a las 5:00 p.m. vinieron las autoridades. “Llegaron el gobernador con su esposa, había militares, policías, bomberos que pudieron cerrar las llaves de gas”.