“Yo no estoy interviniendo, lo que esto haciendo es tratando de prevenir la intervención”, así describió sus acciones Medea Benjamin, co-fundadora de Code Pink: Mujeres por la Paz, una activista de izquierda estadounidense que durmió en la embajada de Venezuela en Washigton para “impedir” la toma del lugar por los enviados diplomáticos designados por la Asamblea Nacional.
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“Es ilegal tomar la propiedad de otro gobierno, eso no es ningún proceso legal y creo que es importante buscar soluciones de la crisis en Venezuela sin ir a lo que está haciendo la oposición”, afirma Benjamin mientras la entrevistas a las afueras de la embajada venezolana en compañía de otros “activistas”.
Señaló que su presencia en la sede venezolana se debe a la invitación que recibió de “diplomáticos” de la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuyo representante alterno designado por el régimen de Nicolás Maduro es Samuel Moncada.
Igualmente, cree la co-fundadora de Code Pink crisis en país caribeño se “origina” a partir de las sanciones impuestas por el gobierno de Trump.
El 18 de marzo el representante diplomático de Venezuela ante los Estados Unidos, Carlos Vecchio, inició la toma de sedes diplomáticas venezolanas en el país norteamericano que inició con el consulado de Nueva York donde se descolgaron los símbolos del chavismo y se evidenció el precario estado en el que lo dejaron los funcionarios del régimen.