Este sábado 23 de marzo, se desarrolló una reunió de alto nivel entre miembros del gobierno interno de Venezuela y representantes de Caricom y países del Caribe. En la misma estuvo presente el presidente encargado, Juan Guaidó, de manera virtual, así como el embajador de Venezuela ante el Grupo de Lima, Julio Borges y el embajador del país en Washington, Carlos Vecchio.
Guaidó confirmó en su cuenta Twitter que la reunión sirvió para explicar “la visión sobre crisis en Venezuela y nuestra ruta”, asegurando que en la “nueva Venezuela tendremos la mejor relación con el Caribe. En la misma línea, se suscribieron las palabras de Borges, quien puntualizó que “la liberación de Venezuela va a significar una relación de respeto y cooperación con todo el Caribe”.
La importancia de esta reunión es inédita, pues es el primer encuentro entre el gobierno interino de Venezuela y gobiernos del Caribe, los cuales habían tenido una posición muy a fin a Maduro, pujando por soluciones entre los venezolanos sin injerencia extranjera. Analistas en materia energética había explicado que esta decisión obedecía al convenio de Petrocaribe, un tratado en el cual Venezuela le aporta crudo en condiciones de pago muy favorable para los países del Caribe a cambio de apoyo internacional.
Una investigación reciente del portal Infobae revela que entre 2006 y 2016, los gobiernos de Chávez y Maduro inyectaron 346,31 millones de barriles de petróleo, lo que equivale a USD 25.000 millones de dólares. Los barriles de crudo son entregados de acuerdo con el convenio a cambio de alimentos, una parte, y la otra partea bajo créditos para pagar en máximo 25 años con tasas que no superaban el 2,5 por ciento anual. El reportaje reseña que Venezuela habría perdido por este estos pagos diferidos al menos 2300 millones de dólares por año.
Nota de Prensa