La jueza María Lourdes Afiuni, un caso emblemático entre los más de 380 presos políticos en Venezuela, es también una víctima más del régimen chavista, publica ABC de España.
La abogada recibió por fin el pasado jueves una condena por «corrupción espiritual», un argumento sin pruebas en la que la justicia, arrodillada ante Nicolás Maduro, alegó que aunque no recibió dinero, Afiuni “sintió placer” al liberar a un empresario crítico a Hugo Chávez, explicó a ABC Luis Emilio Graterol, defensa de la jurista
Hace 9 años que Afiuni comenzó a enfrentar la justicia venezolana, todo esto por un capricho de Chávez en 2009. Durante dos años y medio, la jueza venezolana estuvo confinada en una cárcel de mujeres en la que pasó las peores vejaciones de su vida: violación sexual por los custodios del retén, tortura física y psicológica y amenazas contra su integridad.
«Se me destruyó la vejiga, la vagina y el ano, yo estoy reconstruida», declaró la magistrada ante un juez años atrás, despertando la preocupación en Venezuela y en la comunidad internacional. En 2011 su estado de salud comenzó a comprometerse, y por esa razón su vivienda se convirtió en su nueva cárcel durante año y medio.
En todo este tiempo, entre las calamidades y la saña de una justicia viciada, no recibió condena alguna. Solo fue enviada a la cárcel por una orden de Chávez en cadena de radio y televisión en la que pidió darle a Afiuni pena máxima -30 años de cárcel- por otorgar una medida cautelar de libertad bajo régimen de presentación al banquero Eligio Cedeño, quien era señalado como un preso del fallecido presidente y que además ya había cumplido con su prisión preventiva.
En total, la presa de Chávez estuvo cuatro años encarcelada. En 2013 recibió libertad condicional bajo presentación cada 30 días, más la prohibición de salir del país y de declarar a los medios de comunicación. «Con la condena -del jueves-, que son cinco años, ella debe un año. No se sabe qué va a pasar con ese año: si lo va a pagar como está ahora con una libertad condicional con restricciones o con cárcel», precisó a ABC Nelson Afiuni, hermano y abogado de la magistrada. El juez que lleva su caso no ha publicado la sentencia y se desconoce a partir de cuándo comenzará a correr dicha condena.
En la Organización de Naciones Unidas reposa un expediente con pruebas fehacientes del maltrato, tortura y violación. Un documento que ha sido fundamental para que comisiones de instituciones internacionales y expertos se pronuncien y denuncien el caso Afiuni en todo el mundo. Un expediente que, por cierto, la exfiscal y actual disidente de Maduro, Luisa Ortega Díaz, dijo cuando controlaba la Fiscalía General que había parcialización y que todo lo denunciado por la víctima del régimen era falso.