La izquierda que usurpa el poder en Venezuela tiene dos décadas con el mismo cuento de la invasión de gringa; tiene toda una vida señalando a los norteamericanos de querer apropiarse de nuestras riquezas y los acusan de cualquier otra cosa que se le ocurra.
Los cuentos de los socialistas son los mismos de toda la vida, tienen desde el final de la Segunda Guerra Mundial hablando de lo mismo. Lo dicen en español, ruso, mandarín, francés, italiano, alemán, en todos los idiomas del mundo.
Lo cierto es que las únicas invasiones que ha sufrido nuestra Venezuela son de la mano de esa misma izquierda chillona. Sí, nosotros hemos sufrido y estamos sufriendo la invasión de los cubanos que quisieron asaltar nuestro país en la década del 60 por Machurucuto y fueron derrotados por el otrora glorioso Ejército venezolano y luego, con Chávez, se enquistaron cobardemente en los cuarteles de las Fuerzas Armadas Nacionales, se metieron en las barriadas populares a través de Barrio Adentro y se apoderaron de Miraflores.
La invasión que padecemos la encabezan los chinos metidos en la Faja Petrolífera del Orinoco, la están realizando los asiáticos adueñándose de todos los recursos venezolanos.
Y, ahora la invasión rusa que es tanto económica como la china, y militar como la cubana.
Vemos con horror como Nicolás Maduro en su alocado empeño de perpetuarse en el poder manda a llamar a fuerzas militares de Rusia, que ya llegaron por Maiquetía, para cumplir con el propósito de servir como refuerzos a los militares cubanos que tienen años estacionados en nuestro país.
En definitiva, los apátridas que han entregado la soberanía nacional a extranjeros son los mismos que hablan y denuncian que los gringos vienen a invadirnos, aquellos que dicen que nos vienen a robar el petrolero y nuestros recursos naturales, sabiendo ellos que desde hace mucho tiempo le entregaron todo a los cubanos, a los rusos y a los chinos.
Pueden negar, que a pesar de la recesión económica tan grande que vive Venezuela le siguen enviando tanto dinero como petróleo gratis a La Habana, pueden negar que nos endeudaron hasta los tuétanos con la República Popular China, pueden decir algo sobre los tratos chimbos que han cerrado con Rusia y los negocios que expolian las riquezas nacionales entablados con los Turcos. No, claro que no lo pueden ocultar.
Y toda esta entrega de soberanía la han llevado adelante, primero Hugo Chávez y ahora Nicolás Maduro, con el solo propósito de entregar oro, petróleo y demás minerales a cambio de apoyo en prácticas de tortura, terrorismo de Estado, represión y guerra psicológica, en el marco de su gran objetivo de eternizarse en el poder.
¡Señores! No sigan con el mismo cuento que ya no convence a nadie. La invasión rusa, china y cubana auspiciada por el régimen destruyó a Venezuela, y es un hecho que no puede ser negado por nadie, porque está a la luz de todo un país, y del resto del mundo.
Y, sépanlo y no lo olviden, los demócratas lo que estamos solicitando es que la Organización de Naciones Unidas nos de su apoyo internacional justamente ante la ocupación que estamos sufriendo en el país. Que la ONU o una coalición internacional active los mecanismos de protección que están contemplados en el derecho público mundial y en nuestra Constitución en el artículo 187, ordinal 11.