La explosión de un transformador en el patio de distribución de la central hidroeléctrica Simón Bolívar en Guri en la noche del lunes 25 de marzo ocasionó un segundo gran apagón en la mayor parte de Venezuela, repitiendo las largas horas a oscuras, la suspensión de actividades escolares y laborales en el territorio nacional y la remachada tesis oficial de sabotaje, publica Correo del Caroní.
Por María Ramírez Cabello
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Jorge Rodríguez, informó el lunes que la interrupción eléctrica a las 9:50 de la noche se debió a un “ataque de magnitud en el patio de los autotransformadores de la central hidroeléctrica Guri”, en “el mayor momento de generación de carga, en la mejor situación de generación de carga y en la mejor situación de transmisión después del ataque del mediodía, cuando también habíamos logrado recuperar una gran cantidad de carga proveniente de plantas termoeléctricas distintas a la hidroeléctricas de Guayana”.
Al mediodía del lunes, el suministro eléctrico se había interrumpido también en la mayor parte del país por un ataque artero, dijo. El corte ya había sido superado.
Antes de que el ministro difundiera las imágenes del voraz incendio en un área de acceso restringido, fuentes de la industria eléctrica informaron que el fuego fue generado por la explosión del transformador ATF2, uno de tres equipos similares. “Por no reemplazar un repuesto de $ 15 mil, ahora se pierde un equipo de $ 5 millones y ahora Venezuela está #sinluz por falta de mantenimiento”, dijo el experto eléctrico, José Aguilar, a través de su cuenta en la red Twitter @SoyJoseAguilar, en la que señaló que el repuesto de este equipo estaba en el almacén de Guri.
Aguilar explicó a Correo del Caroní, vía telefónica, que el apagón de la noche del lunes 25 de marzo se debió a una sobretensión que hizo explotar el autotransformador por el fallo del bushing, uno de los conectores que permite acoplar el transformador al sistema de distribución.
Explicó que el equipo requería mantenimiento, registraba arcos internos eléctricos y había perdido aislamiento, problemas identificados entre 2015 y 2016. “Una serie de elementos se descompusieron en gases calientes por el excesivo calor, quedan atrapados hasta que llega un momento que el recipiente no aguanta esa sobrepresión y encuentra en el aire la fuente de ignición para que ocurra el incendio. Eso tumba a todo el país. No falló por actos criminales, de que alguien vino e hizo algo, esto es resultado de las malas praxis que se han juntado con la falta de mantenimiento”, detalló.
El transformador incendiado, por la falla del bushing, de 1.500 MV permite pasar corriente de la línea de 400 KV a la línea de 765 KV para la dieta eléctrica que se envía fuera de Guayana. El ingeniero alertó que el repuesto del bushing que falló estaba en el almacén y su sustitución no demoraba más de dos semanas. “Un problema perfectamente evitable nos ha causado una gran vulnerabilidad del sistema”, dijo.
La situación obliga a instalar el transformador de repuesto que debe contar con al menos dos meses bajo mantenimiento con personal especializado. Entretanto, las autoridades sostienen que se trató de un sabotaje y anunciaron la detención de seis personas por el hecho.
Apagones masivos en menos de un mes
Las luminarias de Venezuela se apagaron casi por completo en la tarde del jueves 7 de marzo en el que fue considerado como el apagón más largo y extenso registrado en el país, debido a su duración de más de cuatro días. Tras restituirse parcialmente el suministro eléctrico, pero con una intensa inestabilidad advertida por los especialistas, un nuevo apagón se suscitó al mediodía del lunes 25 de marzo. Luego, esquivada la falla, a las 9:50 de la noche otro apagón oscureció la mayor parte del territorio nacional. Hasta este miércoles, decenas de sectores seguían sin suministro eléctrico.
Aguilar explicó que el primer apagón del 7 de marzo per se no fue tan dañino; los daños surgieron por mala praxis para restituir el servicio. “Ese accionar dañó la infraestructura”, dijo.
El sistema, agregó, venía cojeando por falta de generación termoeléctrica. Antes del apagón, precisó, estaban en servicio 2.800 de los 19.000 MV termoeléctricos instalados. “Posterior al apagón, se dañaron y han sufrido diferentes grados de avería entre 600 a 800 MV termoeléctricos. Ahora quedan 2.000 MV porque el sistema no es confiable, eso le pone una severa limitante a la coordinación hidrotérmica”, afirmó.
“Ante la ausencia de megavatios termo, la mala praxis de operar el sistema como sea, ha hecho que las autoridades le pisen el acelerador a fondo a las plantas del Bajo Caroní violando los límites de las líneas de transmisión que no son estáticos, sino dinámicos, de acuerdo con las condiciones del sistema”, recalcó. A esto se suma, apuntó, la decisión política de evitar la restricción eléctrica en Caracas, lo cual desbalancea las cargas entre las distintas áreas operativas. “Bajo ese escenario, cualquier falla descalabra el sistema y se viene abajo”, puntualizó.
Como explicó a Correo del Caroní durante el apagón más extenso que vivió Venezuela desde el 7 de marzo, Aguilar reiteró que cada apagón deja al sistema eléctrico nacional más débil. “Todavía el sistema no se ha recuperado del primer gran apagón”, recalcó.
Bomberos de Puerto Ordaz llamados a sofocar el fuego
Por la magnitud del incendio en Guri, bomberos de las empresas básicas de Guayana, Pdvsa, así como apagafuegos de los aeropuertos de Ciudad Guayana y Ciudad Bolívar tuvieron que movilizarse hasta la central hidroeléctrica, a una hora de distancia, para ayudar en las labores de extinción del fuego.
“La instrucción era que todos nos fuéramos para allá, solamente quedó Venalum porque el camión estaba dañado y el de Ferrominera se quedó cubriendo las empresas”, afirmó una fuente de las industrias, que pidió mantener su nombre en reserva por no estar autorizada para declarar.
En el operativo participaron 42 bomberos y unidades minibomba, cisternas, súper cisternas y químicos de Orinoco Iron, Carbonorca, Corpoelec, Sidor, Bauxilum, Pdvsa y bomberos aeronáuticos. También fueron movilizadas dos ambulancias de Comsigua y una de Venalum.
“Corpoelec tiene bomberos pero por la magnitud del incendio, por una sobrecarga, tuvimos que apoyar”, expresó.
El incendio fue controlado a las 6:00 de la mañana del martes 26 de marzo y extinguido por completo a las 10:00 de la mañana. No obstante, un grupo de apagafuegos permaneció en la central hidroeléctrica en la noche del martes y madrugada del miércoles en plan de contingencia.
A punto de racionamiento eléctrico
En el futuro inmediato, Aguilar proyecta un incremento del requerimiento eléctrico en los próximos 45 a 60 días, “que el sistema eléctrico nacional no va a ser capaz de servir”. En ese caso, sentenció, tendrían que implantarse severos racionamientos.
En dos semanas, a la par, presume que se tendrán que paralizar las operaciones de la hidroeléctrica Fabrizio Ojeda (La Vueltosa) en Los Andes, pues el embalse se encuentra a menos de dos metros de la cota crítica fijada en 290 metros sobre el nivel de mar. “El tener que sacar a esa unidad de 257 MV va a quitar la mitad de la energía que se genera en Los Andes y eso va a agravar los racionamientos allá y eso incide en el resto de la red”.
Bajo estas condiciones técnicas, el ingeniero considera que urge un cambio de gobierno ante la amenaza de un mayor deterioro del sistema eléctrico nacional y la necesidad de restablecer la cultura de mantenimiento y la autoestima del trabajador eléctrico del país. “Ya no hay margen para ensayo y error”, puntualizó.