La prensa está plagada de días históricos. Hitos deportivos, récords bursátiles, sesiones febriles en un parlamento. Siempre hay algo que va derechito hacia las enciclopedias. Y si no queda claro que algo sea lo más —alto, bajo, grave o multitudinario— de la historia, siempre se puede confiar en que sea lo “más” de la “historia reciente”. Pero si una semana merece un hueco en el olimpo de las efemérides, esa es la pasada, al menos para los ciudadanos del Estado de Utah: el gobernador, Gary Herbert, firmó el proyecto de ley 43 y descriminalizó la cópula fuera del matrimonio, según confirmaron fuentes de su oficina. Fornicar ya es legal en ese trozo de América, publica El País.
Por AMANDA MARS
El Código Penal del Estado lo contemplaba como delito dentro del capítulo de infracciones a la familia, en concreto, en la sección 703-7-104, que databa de 1973: “Cualquier persona que participe voluntariamente en una relación sexual [extramatrimonial] con otra es culpable de fornicación”. Tipificada como delito menor, podría conllevar hasta seis meses de prisión y 1.000 dólares (890 euros) de multa. Podría conllevar, y no conllevaba, porque esta era una de esas leyes anacrónicas que perviven en algunos de los bastiones más conservadores de Estados Unidos sin que en realidad se apliquen.
Es decir, la población de Utah va a poder seguir practicando sexo más o menos igual que antes, pero ahora gozando —eso sí— de mucha más seguridad jurídica. La ley 43 fue aprobada en la Cámara estatal por 41 votos a favor y 32 en contra a primeros de mes, previo paso por el Senado, impulsada por la demócrata Karen Mayne y por el republicano Pau Ray. Este, según recogió entonces la cadena Fox13, argumentó que las normas desactivadas por fallos judiciales debían desaparecer de una vez por todas también de los libros. Sin embargo, un colega suyo de partido, Keven Stratton, lamentó, según la misma cadena, que lo legal no significa que sea moral. “Reconozco que nuestras leyes no son lo bastante fuertes para gobernar a gente inmoral”.
La semana pasada fue agitada en Utah. El lunes el gobernador también firmó la ley que legalizaba la sodomía y el adulterio, considerados también delitos, aunque no perseguidos en la práctica. Utah, Estado profundamente conservador en lo social, con una población de mayoría mormona, ha impulsado recientemente otras leyes polémicas que son algo más que curiosidades anacrónicas, como la que prohíbe la mayor parte de abortos después las 18 semanas de gestación.
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