La Unión Europea otorgará una prórroga del Brexit, pero puede exigir una extensión más larga y condiciones

La Unión Europea otorgará una prórroga del Brexit, pero puede exigir una extensión más larga y condiciones

FOTO DE ARCHIVO: La primera ministra británica, Theresa May, se marcha después de una reunión con el presidente francés Emmanuel Macron en París, Francia, el 9 de abril de 2019. REUTERS / Philippe Wojazer

 

 

La Unión Europea otorgará a la primera ministra británica Theresa May una segunda prórroga del Brexit en una cumbre de emergencia celebrada el miércoles, pero es probable que los líderes del bloque exijan que acepte una extensión más prolongada con condiciones.





May hizo un viaje relámpago el viernes a Berlín y París en la víspera de la cumbre para pedir a Angela Merkel y Emmanuel Macron que le permitan posponer la fecha de partida del 12 de abril al 30 de junio, una solicitud que pone de relieve cómo ha erosionado la crisis del Brexit el poder británico.

Sin embargo, en Bruselas se baraja la “flextensión”, hasta finales de año o hasta marzo de 2020, como la opción más probable, dijeron diplomáticos de la UE. Dicha opción permitiría a Reino Unido irse antes si se salvara el estancamiento del Brexit en Londres.

Si bien es cierto que aún no está claro qué acordaron con May los dos líderes más poderosos de Europa, un borrador de conclusiones para la cumbre de emergencia de la UE del miércoles indicaba que Reino Unido recibirá otra demora con ciertas condiciones.

“El Reino Unido facilitará el logro de las tareas de la Unión y se abstendrá de cualquier medida que pueda poner en peligro el logro de los objetivos de la Unión”, se lee en el borrador al que tuvo acceso Reuters.

Como Estado miembro de pleno derecho de la UE, Reino Unido podría, en teoría, ejercer el veto sobre cualquier decisión política importante.

El borrador dejó en blanco la fecha de finalización en espera de la decisión de los otros 27 líderes nacionales el miércoles por la noche en Bruselas.

“En mi opinión, una extensión corta no aportaría mucho”, dijo Detlef Seif, portavoz adjunto de la UE para el grupo parlamentario de Merkel. “No hay ganas de volver a un nuevo Consejo Europeo cada seis semanas para decidir si renovar la extensión”.

En las capitales europeas había cansancio y exasperación por el tortuoso proceso del Brexit después de 46 años de pertenencia a la UE.

“La gente está cansada y harta (con la indecisión de Reino Unido), pero ¿qué hacer?” dijo un diplomático de la UE. “No seremos quienes empujemos al Reino Unido desde el borde del acantilado”.

Crisis Brexit

Otra fuente de la UE que participa en el proceso dijo que ninguna potencia europea deseaba el caos que, temen, causaría una salida no pactada en los mercados financieros y en la economía de la UE.

Casi dos semanas después de la fecha en que se suponía que Reino Unido iba a abandonar la UE, May, la primera ministra británica más débil de una generación, dijo que teme que el Brexit no se produzca nunca, ante las dificultades para lograr la ratificación del acuerdo en el dividido Parlamento británico.

Después de que no sirviera de nada su promesa de dimitir a cambio del apoyo de los diputados británicos al acuerdo con Bruselas, la mandataria inició conversaciones de crisis con el opositor Partido Laborista para salvar el estancamiento interno.

Sin embargo, es improbable que a su llegada a Bruselas pueda presumir de avances con los laboristas. Después de la ronda de conversaciones del martes, el Partido Laborista dijo que aún no había visto un cambio claro en la postura de May.

El partido de Irlanda del Norte del que depende la mayoría parlamentaria de May dijo que la jefa del Gobierno estaba avergonzando al Reino Unido.

“Casi tres años después del referéndum, el Reino Unido está hoy mendigándole a los líderes europeos”, dijo el segundo al mando del Partido Unionista Democrático, Nigel Dodds.

Un responsable de la oficina de Macron dijo que “en el caso de un retraso prolongado, un año nos parecería demasiado largo”.

Añadió que, si Reino Unido demoraba su salida, no debería participar en las conversaciones sobre el presupuesto de la UE ni en la elección del próximo presidente de la comisión ejecutiva de la UE, y que los otros 27 estados miembros deberían poder revisar su “cooperación sincera”.

Reuters