El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, ha sido objeto de una sofisticada operación de espionaje dentro de la embajada de Ecuador en Londres, donde está refugiado desde 2012, declaró el grupo el miércoles.
WikiLeaks dijo que aparecieron videos, audios, fotografías, copias de documentos legales e, incluso, un reporte médico en España, donde un grupo amenazó con empezar a publicarlos si no se les pagan 3 millones de euros (3,4 millones de dólares).
Kristinn Hrafnsson, editora jefe de WikiLeaks, dijo que se reunió con miembros del grupo que estaban vendiendo el material y que la policía española está investigando el caso.
“La extorsión es un asunto muy grave, pero me preocupa mucho más esta recopilación de material y el espionaje a Julian Assange por el gobierno (ecuatoriano) (…) contra una persona a la que concedió asilo”, comentó Hrafnsson a los medios.
La embajada ecuatoriana en Londres no respondió de inmediato a una solicitud de comentario.
Las relaciones de Assange con sus anfitriones se han enfriado desde que Ecuador le acusó de filtrar información sobre la vida personal del presidente Lenín Moreno. El mandatario afirma que Assange ha violado las condiciones de su asilo.
Assange es un héroe para algunos por exponer lo que quienes lo apoyan consideran el abuso de poder de los gobiernos y por defender la libertad de expresión, pero para otros es un rebelde que ha socavado la seguridad de Estados Unidos.
Hrafnsson dijo que los intentos para expulsar a Assange de la embajada han estado aumentando y que WikiLeaks recibió información la semana pasada de que esto podría ocurrir dentro de horas o días. Hrafnsson no aportó pruebas de sus declaraciones y Reuters no pudo verificar de manera independiente la acusación.
Hrafnsson dijo que el espionaje en la embajada forma parte de una escalada diseñada para lograr que Assange sea extraditado a Estados Unidos.
Assange se refugió en la embajada para evitar ser extraditado a Suecia, donde las autoridades querían interrogarlo en el marco de una investigación sobre una agresión sexual. El caso fue desechado más tarde, pero WikiLeaks teme que Estados Unidos quiera procesarlo.
Reuters