Desde que se empezase a construir en París en 1163, la catedral de Notre Dame ha sido testigo directo de la historia. De la evolución del arte, también de lo peor del ser humano. Entre sus muros el monumento erigió a emperadores, acogió a reyes o sirvió de refugio en la Segunda Guerra Mundial. Todavía hoy, más de 850 años después de que arrancase su construcción, sigue siendo una parte importante del puzzle que compone la historia. Así lo reseña abc.es
Notre Dame es el monumento más visitado del mundo, casi 13 millones de personas al año se acercan hasta esta megalítica obra de arte del gótico. Sin embargo, cerca ha estado de quedar reducida a cenizas tras un incendio originado en las obras de restauración de la aguja central. Ahí empezó lo que pudo acabar con nueve siglos de esta obra que es Patrimonio de la Humanidad.
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