Las 200.000 abejas de las colmenas de Notre-Dame sobrevivieron al incendio que devastó el techo de la catedral el lunes.
“Las abejas están vivas. Hasta esta mañana no tenía ninguna noticia”, dijo a la AFP el apicultor Nicolas Géant quien se ocupa de las colmenas de Notre-Dame situadas en la sacristía, a un costado del templo.
“Al principio pensé que las tres colmenas se habían quemado, no tenía ninguna información. Pero luego vi en las imágenes satelitales que no era así y el portavoz de la catedral confirmó que entraban y salían de sus colmenas”, agregó.
Géant recibió mensajes y llamadas del mundo entero de personas que preguntaban si las abejas habían muerto por las llamas.
“Era inesperado. Recibí llamados de Europa por supuesto, pero también de Sudáfrica, Japón, Estados Unidos y Sudamérica”, dijo.
En caso de incendio y de los primeros signos de humo, les abejas toman mucha miel y protegen a su reina.
“Esta especie (abeja europea) no abandona su colmena. (…) El CO2 (dióxido de carbono) las adormece”, señaló Géant, quien espera volver a ver a a las abejas la “semana próxima”.
Cada colmena produce en promedio cada año 25 kilos de miel, vendido al personal de Notre-Dame, que las alberga desde 2013.
Se ha vuelto común que se instalen en la capital francesa colmenas en diversos e inesperados lugares, como por ejemplo la Opera de París, reseñó AFP.
Las fotos tomadas por diferentes drones muestran que las 3 colmenas todavía están en su lugar … ¡y obviamente intactas!
En cuanto a los ocupantes, el misterio permanece intacto.
Humo, calor, agua … veremos si nuestras valientes abejas todavía están con nosotros tan pronto como tengamos acceso al sitio, lo que puede llevar mucho tiempo.