Al reflexionar sobre si su trabajo es el adecuado y si su relación romántica va a ir bien, Jarunun Sangjun, de 27 años, hace lo que haría cualquier típico tailandés: busca el asesoramiento de un adivino.
El adivino, que tiene una mesa colocada a un lado de la carretera cerca de un templo en Bangkok, pregunta la fecha y la hora de su nacimiento antes de sacar las cartas astrales.
“Las estrellas dicen que este año cambiarás de trabajo, comenzarás una nueva relación”, dice el adivino conocido como Ajarn Jamras, quien afirma que ha estado practicando su oficio durante 30 años.
La adivinación en la carretera es un mundo alejado de los complejos preparativos de Tailandia para la coronación del Rey Maha Vajiralongkorn el 4 de mayo.
Pero la astrología juega un papel clave en las ceremonias de coronación de esta semana, cuando también al monarca le leerán su horóscopo.
Los principales eventos de la coronación, que tendrán lugar entre el 4 y el 6 de mayo, serán los primeros que el país vea desde que el padre de Vajiralongkorn, el rey Bhumibol Adulyadej, fue coronado el 5 de mayo de 1950. Había reinado siete décadas antes de su muerte en octubre de 2016.
La cultura tailandesa está inmersa en la astrología y otras formas de adivinación, como la lectura de las palmas de la mano, las cartas del tarot y el Feng Shui, que acompañan a la forma nacional de budismo.
Muchos tailandeses, como Jaranun, acuden a los adivinos para todo, desde orientación sobre la carrera profesional y el amor hasta la fijación de fechas para eventos importantes de la vida, como bodas y empresas.
El martes, los astrólogos reales inscribirán el nuevo nombre del rey y el horóscopo para el nuevo reinado en un plato de oro. Los astrólogos de la corte tradicionalmente hacen predicciones sobre el futuro en cada transición importante de la historia de la nación.
“Al mostrar el horóscopo, estás demostrando a los que lo pueden leer que es un rey legítimo y que será un reinado próspero”, dice Edoardo Sianiun, experto en astrología tailandés y antropólogo de Tailandia en la universidad de la ciudad japonesa de Kioto.
La astrología tailandesa se deriva de las prácticas brahmánicas en la corte real y, a diferencia de Occidente, no se trata estrictamente de alineaciones planetarias, sino que también concierne a la numerología y los augurios.
Ha habido un llamamiento a que los tailandeses vistan de amarillo de mayo a julio, desde la coronación del rey hasta su cumpleaños. El amarillo tiene un significado en Tailandia, ya que es el color del lunes, el día en que nacieron el rey y su padre, y también el color del Sol, que representa al monarca en el cosmos.
Los tailandeses ya utilizan ciertos colores proactivamente en ciertos días para alinearse con los planetas que representan, debido a la creencia de que les traerá buena suerte. También buscan números en lugares oscuros como troncos de árboles y nubes, que se cree que son señales del universo, antes de comprar billetes de lotería.
La adivinación en Tailandia también está fuertemente influida por el concepto budista del karma, que dicta que cuando las personas llevan a cabo buenas o malas acciones, el universo se las devolverá. Esto hace que la adivinación en la cultura tailandesa vaya más allá de ver el futuro sin más, sino también de poder cambiarlo, según Siani.
“Todo depende del karma positivo o negativo, y al participar en prácticas como la acumulación de méritos, siempre puedes tener la esperanza de cambiar un pronóstico negativo”, dice.
“Ver el futuro es solo la primera parte. Los servicios de un especialista también consisten en proporcionar técnicas para enfrentarse a un destino problemático o mejorar la buena suerte”.
Algunos adivinos como Ajarn Jamras dicen que por eso se dedican a este oficio, ya que su vocación es ayudar a las personas. “Ajarn” en tailandés significa “maestro” y se usa como título para expresar respeto.
Después de que Jarunun le pregunte qué puede hacer para que perdure su relación actual y por lo tanto no se cumpla el futuro pronosticado, Jamras le dice que rece en un santuario dedicado a Guan Yu, un dios chino, en Chinatown, y que se abstenga de comer carne los martes, el día de su nacimiento.
“Estoy aquí para mostrarle a la gente la salida de la miseria para que puedan mejorar sus vidas”, dice Jamras. Reuters