La libertad de prensa en Venezuela fue objeto de al menos 2.020 ataques entre enero de 2013 y diciembre de 2018, según datos difundidos este viernes por el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP).
“Hemos podido documentar en los últimos 6 años (…) por lo menos 2.020 ataques a la libertad de prensa a través de agresiones físicas, detenciones, desaparición, robo de equipos, ataques a medios de comunicación, violación de la intimidad y privacidad de periodistas y trabajadores de la prensa”, dijo a periodistas el secretario general del SNTP, Marco Ruiz.
Ruiz explicó que el 80 % de esos ataques “tienen como responsable o victimario directo al Estado venezolano a través de los organismos de seguridad o de los funcionarios públicos”.
Eso supone una “contradicción de la obligación estatal de proteger, prevenir e impartir justicia”, comentó el secretario general del SNTP que presentó un manual de riesgos y prácticas para el ejercicio del periodismo en Venezuela.
En este sentido, afirmó que “por omisión”, el Estado venezolano “ha sido responsable del otro 20 %” de los ataques a la prensa “porque, en efecto, no se ha sometido a investigación ni a persecución judicial a quienes son responsables de esos delitos”.
“El periodismo no puede recibir presiones ni intentar ser comprado por ningún sector del poder”, afirmó.
Por eso, denunció que en este momento las posibilidades de que el periodismo que se hace en Venezuela pueda “construir ciudadanía y democracia” está “cada vez más comprometido”.
Frente a todo ello, el líder sindical subrayó la necesidad de los periodistas de proveerse de “mecanismos de protección” para “saber qué ocurre” y cómo hacerle frente, razón por la que considera tan necesario el manual que presentaron hoy.
Especialmente, resaltó el papel del manual “ante la ausencia de la obligación estatal” y la necesidad de “hacer valer el derecho a la libertad de expresión y de información”, que estos “no desaparezcan y no corran mayor riesgo del que ya corren”.
Entre los desafíos identificados, Ruiz explicó que también han visto “que se ha convertido en un riesgo general que está afectando el periodismo el intento que ha hecho el gobierno de Nicolás Maduro por establecer un neolenguaje, no permitir que las cosa se llamen por su nombre para restar derechos a los ciudadanos”.
“El neolenguaje pretende que los periodistas no nos refiramos a detenciones sino a retenciones para que no se nos garantice el derecho a la debida defensa, no podamos llamar a un familiar, no reconocer que se nos ha privado del derecho a estar comunicados y al libre tránsito”, citó Ruiz como ejemplo.
El manual fue elaborado con el apoyo de la Embajada del Reino Unido en Caracas.
El embajador Andrew Keith Soper detalló que para el Gobierno del Reino Unido “la libertad de la prensa y la libertad de expresión son principios muy importantes”, puesto que es una cuestión de “derechos humanos básicos” y “condiciones importantes para una democracia fuerte”.
“El derecho de expresar opiniones libremente es fundamental y es un elemento importante de una sociedad abierta, de gobernación buena, todos los ciudadanos tienen el derecho de ser bien informados, de criticar, de hacer preguntas a sus gobernantes. Es un proceso en la vida democrática de cualquier país”, subrayó el diplomático.
EFE