Se acerca el 1° de Mayo y todo el mundo sigue en medio de un debate que nosotros, desde Unidad Visión Venezuela, consideramos estéril, donde muchos aún tienen una expectativa en relación a cuánto les van a aumentar su sueldo; cuando la realidad es que no hay aumento que valga mientras no se resuelva el grave problema de hiperinflación.
Por Omar Ávila
En fin, sea cuál sea el aumento, va a ser insuficiente en una Venezuela en la que actualmente se necesitan cinco salarios mínimos diarios para poder adquirir lo básico. Con esto solo quiero decir que ni que aumenten el sueldo a 3 millones de bolívares serviría de nada (que es lo que se requiere por ahora), para poder cubrir la Canasta Básica, ya que sin lugar a dudas a los pocos días, en medio de esta hiperinflación, no solo se volverá sal y agua, como ha pasado con cada uno de los aumentos que en estos 6 años ha decretado Nicolás Maduro, sino que además continuaremos en la lamentable fábrica de pobreza, miseria y hambre.
En medio de esta debacle, recientemente Nicolás le entrega su cuota de poder a las comunas y la milicia, confiándole con ello el futuro de la economía nacional, confirmando que no le importa nuestro pueblo, que además no tiene la más mínima intención de hacer algo para enderezar la crisis. Solo sigue apostando a mantenerse en el poder, sin importarle que el deterioro continúe profundizándose.
Sin embargo, a nuestro juicio, nos preocupa más que tengamos todavía a un pueblo protestado por aumentos y no por las verdaderas causas de la hiperinflación, la depreciación y devaluación de la moneda, que solo en los últimos 15 días ha perdido 40% de su valor, si es que aún le queda algo de valor a ese bolívar que estos depredadores llamaron “soberano”.
Lo cierto es que seguiremos teniendo el peor sueldo del mundo. Cuba que tiene el salario más bajo de la región está en 30 dólares. Otro de los mayores chulos que hemos tenido durante esta “revolución”, Bolivia, tienen un sueldo equivalente a 300 dólares, similar a lo que devengan los peruanos y brasileños; pero es que hasta Haití, tiene un salario mínimo de 83 dólares, Chile 428 dólares y así pudiera pasar un buen rato mencionando más países.
Un régimen que es todo un desastre, por donde se evalúe, ya que por otro lado cada día que pasa queda demostrado que aquí no hay ningún plan de racionamiento, es simplemente una improvisación ante una crisis que los rebasó. Los cortes cada vez son menos planificados en horas y en zonas. En definitiva, forma parte de esta gran ruina en la que nos han sumergidos estos bárbaros, que no solo dilapidaron la más grande bonanza petrolera de la historia de nuestro país, sino que además hoy tenemos una deuda cuatro veces mayor con un barril que todavía se encuentra sobre los 50$, y ni siquiera cuando tuvimos el precio del barril en 9$ vivimos una debacle de tal magnitud.