Estados Unidos aún está consternado por lo que se considera el más atroz asesinato ocurrido en los anales de la historia del crimen en ese país, publica el diario El Clarín.
Un hombre que purgaba condena perpetua decapitó a su compañero de celda, cortó varias partes de su cuerpo incluyendo un ojo y un dedo, mientras éste aún estaba vivo. El hecho tuvo lugar en una cárcel del estado de California.
Jaime Osuna de 31 años, fue acusado por el fiscal del condado de Kings, Phil Esbenshade, por el asesinato de Luis Romero, un preso al que torturó mientras todavía estaba vivo.
Las autoridades revelaron que Romero de 44 años de edad murió desangrado debido a los múltiples traumatismos.
El agresor ya tenía una sentencia a cadena perpetua por asesinato y se prevé se aplique otra sentencia similar.