Dulce María Tosta: Marchas

Dulce María Tosta: Marchas

En el último cabildo llevado a cabo el 19 de abril de 2019, el Presidente (E) de la República invitó a una nueva marcha para el 1° de mayo que, según dijo: será la más grande en nuestra historia de marchas. Hasta la fecha no se ha mencionado cual será la ruta y cómo será la movilización de la población hacia la capital de la República. Lo que no podemos dejar de lado es que esta fecha le concede al régimen once días más de supervivencia, en un País cuyas circunstancias hacen prever más días de incertidumbre, con una inflación que nos está devorando, pone en riesgo a niños y adultos, victimados por la desnutrición, el hambre, la enfermedad y la desesperanza.

La fecha en si resulta irrelevante, ante el cúmulo de fallas y peligros que se ciernen sobre la convocatoria a un pueblo cuyo morral está tan vacío de bienes como lleno de desconfianza; no podría ser de otra manera, pues son muchas las actitudes criminales de algunos políticos que diciendo ser opositores, constituyen el pilote fundamental en el cual se afinca el régimen genocida.





La gente en múltiples ocasiones ha salido a las calles en la búsqueda de su libertad y en defensa de sus derechos básicos; en esta ocasión no será diferente, pues estoy segura que marchará pensando en la Venezuela que quieren para sus hijos y nietos; no marchará animada por otros intereses, ni en apoyo a ambiciones personales. El sudor derramado ese día será ofrendado en el altar de la libertad.

Pregunto: ¿Con mega marchas, marchas y más marchas hemos logrado mover a Maduro tan siquiera un milímetro de su posición de poder?

Sabia la frase de Albert Einstein: “Locura es hacer lo mismo una y otra vez esperando obtener resultados diferentes”.

Pero en nuestro caso la «marchadera» no es locura inocente, es complicidad descarada y colaboracionismo ramplón de una falsa oposición que atrincherada en la MUD (ahora mutada en el Frente Amplio Venezuela Libre) pretende llevarnos a nuevos diálogos, para acordar con el régimen un cogobierno donde la gran derrotada será una ciudadanía atolondrada que marchó hacia la plaza de las ilusiones, sin percatarse de que en ella la esperaba la guillotina que le cercenaría la cabeza.

En Venezuela no hay Estado de Derecho, no hay gobierno democrático, no hay respeto a la separación de poderes, no se respeta el pluralismo político, no se respetan los derechos humanos, no hay transparencia ni probidad en el manejo de los recursos públicos, pero en cambio –en una suerte de burlona compensación- tenemos dos presidentes de la República; dos TSJ; dos asambleas nacionales, una constituyente; dos fiscales generales; dos procuradores y varios embajadores dobles; todos bajo sospecha de ilegitimidad. ¡Un País de comiquitas, pues!

Estamos a tres días del 1° de mayo. ¿Será la marcha del 1M la última a la que someterán a una población hambrienta, cansada y cada día más desilusionada, o esta falsa oposición de la MUD, ahora Frente Amplio, seguirá con el absurdo cuento de que necesitamos demostrarle al mundo que no queremos que Maduro continúe en el poder?

¿Seguirá la gente dejándose engañar?

Recordemos lo dicho por Abraham Lincoln: “Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo”.

Amanecerá y veremos.

[email protected]
@DulceMTostaR
http://www.dulcemariatosta.com
29 abril 2019