Es importante notar lo que le dijo el dirigente obrero y popular expresidente Luiz Inazio “Lula” Da Silva, de Brasil, al diario de su país Folha de Sao Paulo, y al prestigioso español El País. Lo de los ciudadanos opuestos –hartos, diría uno- a Maduro, “si quieren salir a la calle para derribar al Gobierno, que salgan”. Se entiende –no es un concepto exclusivo de comunistas, es de europeos y latinoamericanos- que Lula Da Silva quiere que sean los venezolanos y no el Presidente de Estados Unidos quienes pateen a Nicolás Maduro. Pero los llamó –“los autorizó”, diría uno- a la protesta, a la insurgencia, a la rebelión social.
Habría que darle las gracias por aclararnos que todo esto de la protesta ciudadana, los reclamos y lo de “Maduro vete ya”, para poner alguna de las tantas frases, está bien, no es imperialismo, no es fascismo, es popularismo lulista. Lo respalda el companheiro Lula, amigo de Chávez, dirigente obrero, populista.
Que además critica ácidamente a su propio Presidente derechista Jair Bolsonaro al mismo tiempo que a su amigo y colega el comunista Nicolás Maduro. De Bolsonaro resalta que “una panda de locos gobierna Brasil” –frase con la cual titula el español El País- y que él y su gente “han llevado a Brasil al nivel más bajo de política exterior que he visto en mi vida”.
El mismo dirigente sindical de popularidad nacional, que ha sido dos veces Presidente de Brasil, inspirador y amigo del Comandante Eterno Hugo Chávez quien a su vez, en un alarde de capacidad de equivocarse y después morirse tan tranquilo –en caso de que uno se muera de cáncer tranquilamente- dejándole a su propio país a Nicolás Maduro, sus pajaritos revoloteadores, y su absoluta falta de conocimiento de economía, el companheiro Lula afirma que “obviamente no estoy de acuerdo con la política económica de Venezuela” –obviamente, las de Chávez y de Maduro, con las cuales cargamos hace ya veinte años.
Algo extraño está pasando, algo está saliéndole espantosamente mal a Maduro cuando la derecha de Bolsonaro y Trump, por ejemplo, y la izquierda laboralista de Luiz Inazio “Lula” Da Silva coinciden en que se política económica es desastrosa y en que los ciudadanos venezolanos pueden salir a las calles no sólo a protestar, sino a derribar a Nicolás Maduro del poder.
Tal vez sea por eso que Nicolás Maduro ahora tiene que madrugar para poner a correr a los militares y para hacer discursos destinados a ¿la audiencia de televisión que se empieza a despertar? A oscuras el nada acogedor y siempre muy limpio patio llamado “de honor” entre instituciones militares es menos castrense y más tétrico.
Mientras sale el sol, debemos agradecerle las clarificaciones al camarada Lula Da Silva.