La reapertura del paso fronterizo entre entre Brasil y Venezuela llevó a miles de ciudadanos del vecino país hacia la ciudad limítrofe de Pacaraima, sea para comprar medicinas o para solicitar refugio, informaron este sábado fuentes oficiales.
La frontera había sido cerrada en febrero pasado por decisión de Nicolás Maduro, quien con esa orden impidió el paso de la ayuda humanitaria que pretendían transportar varios Gobiernos, entre ellos el de Brasil, que reconoce como presidente encargado de Venezuela a Juan Guaidó.
El paso fronterizo fue reabierto este viernes, también por una decisión de Maduro, que del mismo modo restableció la comunicación marítima y aérea con la isla da Aruba, pero no así con Colombia y otros países.
A pesar del bloque fronterizo, el flujo de venezolanos hacia la ciudad brasileña de Pacaraima no llegó a interrumpirse, aunque sí el tránsito de vehículos.
Según cálculos de las autoridades brasileñas, por las trochas de la región amazónica que comparten ambos países, mientras se mantuvo el cierre unos 370 venezolanos llegaron cada día a pie, en su enorme mayoría para abastecerse de diversos productos y otros para intentar una nueva vida en Brasil.
De acuerdo a la Policía Federal brasileña, desde que se reabrió la frontera ya han llegado desde Venezuela poco más de un millar de vehículos, aunque en su gran mayoría sus ocupantes sólo pretendían hacer compras en Pacaraima, una pequeña ciudad de 12.000 habitantes que dependen en buena medida de los consumidores venezolanos.
También se ha reanudado el flujo de camiones con mercancía que, desde Brasil, abastecen sobre todo a la ciudad de Santa Elena de Uairén y a otros pequeños municipios de la región del sur venezolano conocida como Gran Sabana.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, que mantiene un firme apoyo a las aspiraciones de Guaidó por expulsar del poder a Maduro, valoró la reapertura de la frontera en una breve declaración dada este viernes a periodistas. “Es una medida inteligente por parte de él”, dijo en referencia a Maduro.
Desde que se agudizó el éxodo venezolano, hace ya casi dos años, Brasil a recibido a cerca de 70.000 ciudadanos del vecino país, que han sido objeto de la llamada Operación Acogida, diseñada por el Gobierno brasileño junto con organismos de las Naciones Unidas y de la sociedad civil.
Esa operación, que comenzó el año pasado, durante la gestión del ahora expresidente Michel Temer, ha sido fortalecida desde el 1 de enero, cuando asumió el poder Bolsonaro.
Además de acoger a los venezolanos, esa operación ayuda también a incorporarlos al mercado de trabajo y promueve su integración en la sociedad brasileña, incluso con ofertas de empleo en otras regiones del país, en las que ya han sido reubicadas unas 7.500 personas. /EFE