Si estás pensando en conformar una banda de rock, no puedes dejar por fuera a nuestros descubrimientos: Tres mamiruquis que, aparte de rockear en nuestros corazones, la parten en tarima con sus respectivos instrumentos.
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Por un lado: Marlhy, una peliroja peligrosa que nos pone a babear con su cara de mala y sus compases de doble pedal en la batería que nos golpean el corazón.
Por otro lado: Sophie, una rubia guitarrista que nos tiene embobados con su belleza y sus ágiles arpegios en la guitarra eléctrica.
Toda banda tiene una base: Anna, una bajista que complementará la base para armonizar los latidos y así colcocarle la guinda al sexy pastel rockero.