Cinco niños han fallecido durante el mes de mayo en el hospital JM de los Ríos, debido a complicaciones por las carencias en los tratamientos y retrasos en la espera de un trasplante de médula ósea.
Por lapatilla.com
Yoider Carrera, de dos años, fue el último caso. Se confirmó en la noche de este lunes 27 de mayo.
Erick Altuve, de 11 años, falleció la tarde del domingo 26 después de permanecer en terapia intensiva del centro hospitalario. Sus familiares tenían días solicitando servicios públicos para conseguir el tratamiento que necesitaba.
Erick era uno de los 30 pacientes del JM de los Ríos que requieren con urgencia un trasplante de médula ósea y es el segundo niño que muere por esta causa en menos de 24 horas. El pasado sábado 25 de mayo había fallecido Yeiderberth Requena, de 8 años de edad, quien había permanecido cuatro días en terapia intensiva.
El 6 de mayo murió Giovanni Figuera, de apenas 6 años de edad, 17 días después -la tarde del 23 de mayo- falleció Robert Redondo de 7 años y desde entonces -en prácticamente 72 horas- también murieron Yeiderberth y Erick, quienes formaban parte de la lista de espera.
El hospital de niños JM de los Ríos, ubicado en Caracas, a principios de mayo tenía 30 pacientes en lista de espera de trasplantes de médula.
El presidente de la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría y ex presidente del hospital JM de los Ríos, Huníades Urbina, dijo que el gremio tiene “más de 10 o 12 años denunciando el deterioro progresivo que está sufriendo el hospital”.
Urbina precisó que en el caso del JM de los Ríos servicios como rayos X tienen más de tres años sin operar, el tomógrafo no funciona hace 5 años y los laboratorios presentan una escasez de 80% de reactivos, esto último impide hacer los estudios para evitar que los pacientes puedan contraer gérmenes.
La situación precaria se repite en el resto de centros públicos en lo que calificó como “un colapso de salud”.
Urbina explicó que, además de los pacientes oncológicos, los niños que esperan trasplantes renales también padecen dificultades para recibir sus tratamientos de manera adecuada.
De 14 máquinas de diálisis que había en 2013 en el hospital caraqueño, hoy solo funciona la mitad por no haber recibido mantenimiento, con lo cual se limita la atención de los pacientes con el agravante de que el programa de trasplantes renales está suspendido hace tres años.
Ana Rosario Contreras, presidenta del Colegio de Enfermería del Distrito Capital, dijo que el gremio que representa ha alertado sobre la emergencia humanitaria compleja en Venezuela desde 2014.
De haber contado con las condiciones hospitalarias óptimas, dijo, “hoy no estuviésemos llorando la muerte de cuatro niños y asustados por los que pudieran venir si no se hacen unas intervenciones a tiempo”.
Contreras lamentó que en Venezuela se dé “prioridad a comprar ametralladoras y uniformes para los militares” en vez de la adquisición de medicinas.
“No queremos seguir viendo morir a más venezolanos porque no hay insumos”, insistió.