Code Pink, un grupo de activistas estadounidenses afectos a Nicolás Maduro decidió tomar las instalaciones de la embajada de Venezuela en Washington por más de 30 días. Había recibido una invitación oral de personalidades del chavismo, más no las llaves del recinto.
Los invasores, que poco ven las noticias, fueron sorprendidos por el representante diplomático de Venezuela, Carlos Vecchio, designado por el presidente encargado Juan Guaidó, quien con apoyo de las autoridades en EEUU -que por cierto le reconocen-, logró el cese de la usurpación en este pedacito de suelo venezolano en la capital estadounidense.
En este capítulo de Así lo ve La Patilla hacemos un análisis de lo ocurrido y de lo que no se debe decir al invadir una sede diplomática ajena.