La producción nacional de vehículos ha decaído paulatinamente en los últimos años debido a la hiperinflación y la pérdida del poder adquisitivo de los venezolanos, por lo que los concesionarios deben hacer malabares para mantenerse a flote al vender repuestos o automóviles en consignación.
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El presidente ejecutivo de la Cámara Venezolana de Fabricantes de Autopartes (Favenpa), Omar Bautista, explicó que “este año sólo se han ensamblado 65 vehículos, 60 marca Toyota y 5 Iveco, camiones, en el mes de abril (…) Durante enero, febrero y marzo no hubo producción y este mes todavía no se ha cerrado, por lo que aún no tienen información de cuánto se ha podido ensamblar”.
Destacó que “esa cantidad de 65 vehículos significa una caída de 99,9% si se compara con hace 10 años, en el primer cuatrimestre del 2009 cuando se ensamblaron 45 mil 500 vehículos”.
Atribuyó la escasa producción a “la pérdida de poder adquisitivo de la población y al alto costo de los vehículos, sobre todo en dólares. Las empresas tienen autorización para vender en la divisa estadounidense, pero si no hay poder adquisitivo en bolívares, menos en dólares. La hiperinflación ha incrementado los costos”.
La producción de la industria automotriz venezolana descendió 99% durante 2017 y la industria de autopartes trabajó a 20% de su capacidad instalada en ese período. Mientras que, en el 2018, se ensamblaron 1 mil 155 vehículos, básicamente Toyota y Ford, entre automóviles y camionetas.
Destacó que hace 2 años se ensamblaron alrededor de 2 mil unidades, y recordó que hace algún tiempo se produjeron en el país más de 500 mil en 12 meses.
Bautista indicó que las ensambladoras que quedan en el país son Ford, MMC Mitsubishi, Mack de Venezuela y FCA o Chrysler. “La producción de estas empresas es nula, no han ensamblado ninguna unidad este año”, expresó y añadió que las ensambladoras se sostienen y obtienen ingresos a través de la venta de repuestos y servicio de mantenimiento a través de los concesionarios.
Con información de 2001