El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, criticó este jueves duramente al ex fiscal especial Robert Mueller, quien el miércoles dio por concluido su trabajo de dos años para investigar la injerencia rusa en las elecciones de 2016.
El mandatario, que habló con los periodistas en los jardines de la Casa Blanca antes de tomar un helicóptero para hacer una visita a Colorado, calificó a Mueller de “verdadero antiTrump”.
Según el gobernante, el fiscal especial “nunca debió haber sido designado” para llevar a cabo la investigación sobre la intromisión de Rusia en las elecciones de 2016 y la presunta confabulación con la campaña de Trump para favorecerle ante la que fue su rival demócrata, Hillary Clinton.
En sus conclusiones, el informe de Mueller determinó que no hay pruebas de nexos entre el entorno del equipo electoral del gobernante y el Kremlin, pero no alcanzó una conclusión sobre un posible delito de obstrucción a la Justicia por parte de Trump.
El miércoles, por primera vez desde que inició su investigación, Mueller habló en público y, al tiempo que dio por cerrado su trabajo, dejó en manos del Congreso la posibilidad de seguir un proceso a Trump por obstrucción a la Justicia en este caso.
Los demócratas, que tienen la mayoría en la Cámara de Representantes, están divididos sobre las posibles implicaciones políticas que tendría abrir un juicio político por este caso de cara a las elecciones del próximo año.
Mueller dijo que si los investigadores hubieran llegado a la conclusión de que Trump “no cometió un crimen”, lo hubieran dicho.
Poco antes de su encuentro con los periodistas, en un mensaje en su cuenta de Twitter, Trump insistió en que él “no había tenido que ver nada” con que Rusia le hubiera ayudado en su elección en los comicios presidenciales de noviembre de 2016.
Sobre la eventualidad de que el Congreso abriese un proceso por este asunto, Trump sostuvo que “juicio político” es un término “sucio, asqueroso, repugnante”.
EFE