Kim Yong-chol, peso pesado del régimen norcoreano, ha reaparecido en público tres días después de que el diario surcoreano Chosun Ilbo asegurara que estaba en un campo de trabajos forzados como castigo por el fiasco de la cumbre de Hanói.
La agencia estatal de noticias KCNA publicó este lunes un artículo sobre una actuación musical en Pyonyang el domingo a la que acudió el líder Kim Jong-un y también Kim Yong-chol, vicepresidente del comité central del Partido de los Trabajadores.
KCNA publica también una foto en la que se ve a Kim Yong-chol sentado en la misma fila que el líder, donde también se encuentran la mujer del dictador, Ri Sol-ju, y otros pesos pesados del Comité central como Choe Ryong-hae, Ri Su-yong, Kim Pyong-hae o An Jong-su.
El viernes, Chosun aseguró citando una fuente anónima de Pionyang que Kim Yong-chol se encontraba en un campo de trabajo y reeducación ideológica en el norte del país como castigo por la falta de acuerdo en la cumbre con EE.UU. sobre desnuclearización en Hanói.
Kim Yong-chol sirvió de interlocutor para el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, tanto en la cumbre de Hanói de febrero como en la celebrada en 2018 en Singapur.
El viernes, Chosun también aseguró que como castigo por el fiasco de Hanói se había ejecutado a Kim Hyok-chol, que trabajó junto al enviado especial de EEUU para Corea del Norte, Stephen Biegun, en los preparativos de la cumbre de febrero.