El presidente de Chile, Sebastián Piñera, anunció este martes el cierre de ocho centrales termoeléctricas a carbón en los próximos cinco años y la descarbonización total de la matriz energética chilena para el año 2040.
“De aquí en adelante, la tendencia fuerte y clara va a ser hacia descarbonizar nuestra matriz energética para poder llegar a bajar en un 20 % las emisiones de gases de efecto invernadero durante los próximos cinco años”, afirmó el mandatario.
El escenario elegido por Piñera para presentar el plan “Energía Zero Carbón” fue el Parque Bicentenario de Cerrillos, donde el próximo diciembre se realizará la cumbre sobre cambio climático COP25.
El mandatario subrayó que esta iniciativa apunta a cumplir el compromiso que adquirió Chile en la COP23 de París de reducir un 30 % la emisión de gases de efecto invernadero al año 2030, tomando como referencia los niveles de 2007.
Chile tiene actualmente 28 centrales a carbón de las empresas Enel, AES Gener, Colbún y Engie, que aportan casi el 40 % de la generación eléctrica del país.
Las termoeléctricas a carbón son, además, una de las principales fuentes emisoras de CO2. El 78 % de los gases de efecto invernadero en el país suramericano se generan en el sector energético, y las plantas a carbón son las responsables del 26 %, indicó Piñera.
Las ocho centrales que dejarán de operar en un plazo de cinco años son las más antiguas y están situadas en Iquique, Coronel, cuatro en Tocopilla y dos en Puchuncaví.
El presidente explicó que las plantas que cierren quedarán cinco años en estado operativo de “reserva estratégica”, lo que supone que podrán ser utilizadas en caso de emergencia si hay algún problema con la generación de energía.
El objetivo del Gobierno es reemplazar la energía eléctrica en base a carbón por energía limpia y renovable, una tarea que requiere poner el foco no solo en la generación, sino en la transmisión para trasladarla a los centros de consumo.
Por ello, Piñera celebró la reciente interconexión del Sistema Interconectado del Norte Grande con el Sistema Interconectado Central a través de una línea de transmisión que permitirá transportar la energía limpia que se genera en el norte del país, principalmente solar, a la zona centro y sur, donde vive buena parte de la población.
El mandatario resaltó que ha impulsado un ambicioso paquete de medidas para preservar el medioambiente y luchar contra el cambio climático, como incrementar la superficie de bosque y proteger los océanos.
“Los que contaminan transforman oxígeno en CO2, los bosques transforman CO2 en oxígeno y son un gran complemento. Esto junto con el mar, que absorbe buena parte de los gases de efecto invernadero, son dos grandes aliados en esta lucha de la humanidad contra el cambio climático y el calentamiento global”, sostuvo.
La organización Greenpeace criticó la “falta de ambición y urgencia” del plan de descarbonización y consideró que es una “condena al carbón” hasta el 2040.
“La verdad es que es perfectamente posible un plan que considere tener cerradas todas las plantas el año 2030 y el cierre inmediato de las ocho plantas que el presidente anunció que serán cerradas al 2025”, dijo en un comunicado Matías Asun, director de Greenpeace Chile.
En su opinión, Chile será el anfitrión de la COP25 con una cifra récord de centrales termoeléctricas a carbón en funcionamiento, una situación, dijo, propia de una economía “de la época de la Revolución Industrial”.
EFE