El gobernante militar de Sudán ofreció reanudar las conversaciones con grupos de la oposición sin condiciones el miércoles, en una aparente ofrenda de paz, dos días después de que las fuerzas de seguridad realizaran una letal redada en un campamento de protesta en el centro de Jartum.
La oferta del teniente general Abdel Fattah al-Burhan marcó un paso atrás en la decisión del Ejército de cancelar todos los acuerdos con la oposición después de la redada, y se produjo a medida que aumentaban las críticas internacionales a la violencia.
Al menos 60 personas murieron en la operación y los disturbios posteriores, dijeron el miércoles médicos vinculados a la oposición, lo que supone el peor brote de violencia desde que el Ejército derrocara al presidente Omar al-Bashir en abril, tras meses de protestas masivas contra su Gobierno. [nL8N21T5W6]
No hubo una reacción inmediata a la declaración militar por parte de la oposición y los grupos de protesta de Sudán, que han mantenido sus manifestaciones desde el derrocamiento de Bashir, presionando al Ejército para que entregue el poder a un gobierno civil.
La redada marcó un momento crucial en el desarrollo del Sudán posterior a Bashir: una división entre los poderosos líderes militares y los grupos de la oposición que habían estado negociando durante semanas sobre quién debería liderar la transición a la democracia.
Varias calles de otras partes de la capital fueron bloqueadas por los manifestantes el miércoles. Se oyeron disparos a lo lejos, pero no hubo informes inmediatos sobre nuevos enfrentamientos.
La mayoría de las tiendas cerraron sus puertas en lo que normalmente habría sido una animada fiesta musulmana de Eid al-Fitr, con pequeñas protestas en las afueras de las mezquitas después de las oraciones del Eid.
“Nosotros, en el consejo militar, extendemos nuestras manos a las negociaciones sin restricciones salvo los intereses de la patria”, dijo en la televisión estatal al-Burhan, el jefe del consejo militar gobernante de Sudán.
Elogió los logros del levantamiento y reiteró que estaba dispuesto a entregar el poder a un gobierno electo.
Reuters