El médico estadounidense Henry Lynch, pionero en los años 1960 de la controversial idea de que algunos tipos de cáncer son de origen genético, murió el domingo pasado a los 91 años, informó la Universidad de Creighton, en Nebraska, Estados Unidos.
En el comienzo de su carrera científica, los investigadores consideraban que el cáncer se producía ante todo por factores ambientales. Hoy, según la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica (ASCO), se estima que entre 5 y 10% de los cánceres son heredados genéticamente.
Lynch intuyó que la herencia jugaba un papel en el origen de la enfermedad tras observar una serie de casos en Nebraska, donde trabajó desde 1967. A través del seguimiento de más de 3.000 familias a lo largo de años, logró constatar la repetición de algunos tipos de cáncer en diferentes generaciones.
En 1984, se bautizó con su apellido al “síndrome de Lynch”, un tipo de cáncer colorrectal.
También fue el primero en descubrir que la herencia era un factor para ciertos cánceres de mama. Su hallazgo luego se confirmó genéticamente cuando se descubrieron las mutaciones en los genes BRCA1 y BRCA2, que predisponen al cáncer de mama, y por los que algunas mujeres -como la actriz Angelina Jolie- se someten a mastectomías preventivas.
“Su trabajo en estas áreas tuvo un impacto profundo en el diagnóstico precoz, la prevención y el tratamiento del cáncer”, dijo la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica en un comunicado.
AFP