Un juez penal brasileño ordenó este jueves el arresto de dos de los hijos de la diputada federal, cantante góspel y pastora Flordelis dos Santos Souza luego de que la Policía los acusara del asesinato de su propio padre, el pastor evangélico Anderson do Carmo, informaron fuentes oficiales.
La detención fue solicitada por la Policía Civil luego de que uno de los hijos biológicos de la pareja, Flavio dos Santos Rodrigues, de 38 años, confesara haber participado en el crimen ocurrido el pasado domingo en Niteroi, una de las ciudades de la región metropolitana de Río de Janeiro.
El homicida confeso admitió haber participado en la planificación del asesinato y acusó a uno de los hijos adoptivos de la pareja, Lucas Cesar dos Santos de Souza, de 18 años, de haberlo ejecutado.
La Policía Civil informó de que aún investiga los motivos del crimen que causó conmoción en Niteroi, principalmente entre seguidores de grupos evangélicos, y la posible participación de otras personas.
Los dos hijos de la diputada fueron detenidos esta semana luego de que participaran en el entierro del pastor evangélico debido a que existían órdenes de detención contra ambos pero por otros crímenes.
El asesinato ocurrió en la tarde del domingo cuando la pareja, que tiene 55 hijos, de los cuales 51 adoptados, llegaba a su residencia tras haber participado en una ceremonia religiosa.
La diputada, del Partido Social Democrático (PSD), relató a la Policía que su marido fue tiroteado por hombres que al parecer venían persiguiendo el vehículo en que se movilizaban.
Agregó que ambos ingresaron a la residencia pero que su marido decidió regresar al vehículo para buscar algo que había dejado olvidado y fue cuando escuchó los disparos que le costaron la vida.
La parlamentaria, que se hizo famosa como cantante de músicas religiosas y tiene diez discos, atribuyó el crimen a un intento de asalto de la residencia y a la violencia que azota a Río de Janeiro.
Pese a que la Policía inició las investigaciones con la hipótesis inicial de latrocinio, a lo largo de la semana recogió pruebas de que se trataba de un crimen planeado y de que había contado con la participación de personas conocidas por la víctima.
Ello debido a que las cámaras de vigilancia próximas a la vivienda del pastor no registraron la llegada o salida de otras personas y los vecinos dijeron no haber escuchado ladridos de los perros por la posible presencia de extraños.
El registro en las viviendas de los acusados permitió el decomiso de un arma, al parecer la usada en el crimen, y de una toalla manchada de sangre, lo que hizo a la Policía Civil cambiar el curso de sus investigaciones.
La orden de arresto provisional dictada contra los dos hermanos es por homicidio calificado.
EFE.