Arcadia rechaza excesos de la Alta Comisionada de los Derechos Humanos (COMUNICADO)

Arcadia rechaza excesos de la Alta Comisionada de los Derechos Humanos (COMUNICADO)

EFE/ Miguel Gutiérrez

 

 

La Fundación Arcadia consideró inaceptable que la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, excediendo su mandato y sus funciones, intervenga en los asuntos internos de Venezuela y promueva diálogos que los mismos venezolanos han cuestionado, por considerar que hasta ahora solo han servido al régimen para ganar tiempo y oxigenarse con el fin canalla de perpetuarse en el poder. En un comunicado la Fundación expresa su rechazo a la forma en que la Alta Comisionada relegitimó a Nicolás Maduro y a la ANC y sus títeres derivados institucionales con su visita al país. Nadie niega los avances afirma la Fundación, pero debemos rechazar las condiciones que se impusieron para hacer posible su visita.

lapatilla.com

A continuación el texto del comunicado:

COMUNICADO

La Fundación Arcadia ve con satisfacción la visita realizada a Venezuela por la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, la semana pasada, de acuerdo con el mandato que le diera el Consejo de Derechos Humanos en su Resolución 39/1 de septiembre de 2018.

Consideramos que fue una oportunidad para que el régimen dictatorial de Nicolás Maduro recibiera por primera vez en los últimos años, un funcionario de alto rango del sistema de protección de las Naciones Unidas. Esperemos con ello se abra el ingreso a los distintos mecanismos del sistema, de manera que evalúen la situación de los Derechos Humanos de los venezolanos que sabemos se traduce en una grave y compleja crisis humanitaria.

Celebra la Fundación que la señora Bachelet se haya reunido con familiares de algunas de las tantas víctimas del régimen de Maduro y que se haya percatado de la realidad que ya conocía su Oficina por Informes anteriores.

Lamenta la Fundación, sin embargo, que la señora Bachelet haya legitimado al régimen de Maduro y a las instituciones creadas fraudulentamente, tales como la Asamblea Nacional Constituyente y los supuestos representantes designados por ella, el Fiscal General de la República y el Presidente de la Corte Suprema de Justicia, sancionados por gobiernos extranjeros y acusados ante la Corte Penal Internacional por la realización de crímenes internacionales, en particular, crímenes de lesa humanidad.

Expresa también su mayor preocupación esta Fundación por cuanto la Señora Bachelet apenas dedicó unas horas para reunirse con el Presidente Encargado de la República y por no haber visitado las cárceles del país en donde mantiene la dictadura a más de 700 presos políticos, ni los hospitales ni centros de atención médica, así como tampoco los barrios del país, en donde millones de venezolanos viven privados de sus derechos fundamentales.

La Fundación Arcadia debe también expresar su pesar por la declaración de la oficina de la Alta Comisionada en relación con las supuestas sanciones en contra del Estado venezolano acordadas por algunos gobiernos de manera legitima y legal, ante los atropellos y las violaciones graves de los Derechos Humanos en el país. Es vergonzoso que la Señora Bachelet considere que tales acciones unilaterales contribuyen con el deterioro de los Derechos Humanos en Venezuela y que desconozca la prioridad que la comunidad internacional da hoy al respeto de la vida y la integridad de las personas.

Es inaceptable además que la Alta Comisionada, excediendo su mandato y sus funciones, intervenga en los asuntos internos del Estado y promueva diálogos que los mismos venezolanos han cuestionado por considerar que hasta ahora solo han servido al régimen para ganar tiempo y oxigenarse con el fin canalla de permanecer para siempre en el poder.

La Fundación Arcadia espera sin embargo que los representantes que se establezcan en Caracas para seguir de cerca nuestra situación puedan forzar al régimen para que respete los Derechos Humanos, libere a los presos políticos, cese las prácticas de tortura y castigue a los responsables de tales actos para dar curso y respetar su obligación de luchar en contra de la impunidad, tal como acordado por el Derecho Internacional.

Washington, DC 24 de junio de 2019

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