Los dos principales pilares de lo que quedaba del puente de Génova, en el norte de Italia, cuyo derrumbe causó 43 muertos en agosto de 2018, fueron destruidos con explosivos este viernes, para permitir la reconstrucción de una nueva infraestructura.
La detonación tuvo lugar a las 09H37 (07H37 GMT) y las 4.500 toneladas de hormigón y acero de los dos gigantescos pilares se convirtieron en una inmensa nube de polvo en siete segundos, ante la mirada de numerosos habitantes, que seguían la demolición desde el perímetro de seguridad.
Para la destrucción, tuvieron que ser evacuados cerca de 4.000 vecinos, aunque los habitantes que vivían directamente bajo el puente tuvieron que abandonar sus alojamientos desde el día de la tragedia.
Unos 400 miembros de las fuerzas de seguridad fueron desplegados para evitar posibles saqueos de la zona evacuada, donde los residentes podrán volver esta noche.
Se dispusieron depósitos de agua y cañones de irrigación en el sector para establecer un muro de agua con tal de evitar la dispersión de polvo fino en la ciudad.
Los dos vice primeros ministros italianos, Matteo Salvini (La Liga, extrema derecha) y Luigi Di Maio (Movimiento 5 Estrellas, antisistema), estaban presentes en el lugar.
Tras el accidente del año pasado, ambos dirigentes pasaron varios días en Génova, rivalizando en muestra de indignación.
La demolición del puente empezó en febrero, con el desarme de las diferentes fracciones entre los pilares más pequeños.
Interrogados el jueves por la AFPTV, los vecinos dijeron sentirse aliviados por ver desaparecer los pilares que recuerdan a la tragedia, aunque también estaban preocupados ante las consecuencias de las explosiones.
El puente “es alto, grande, lleno de hierro, superpesado… No sé lo que pasará cuando caiga al suelo. Más que por el polvo que dejará, me preocupa el impacto cuando se hunda”, declaró Francesco Russo, vecino y encargado de una pizzería cerca del puente.
Después de la explosión, las autoridades eran esperadas en el puerto de Génova para recibir por barco, desde la región de Nápoles, una primera parte de la nueva infraestructura, que en principio tiene que concluirse el año que viene.
El gobierno prometió que el nuevo viaducto en acero y hormigón, diseñado por el arquitecto italiano Renzo Piano, estaría abierto a la circulación en abril de 2020.
El 14 de agosto de 2018, una parte del puente Morandi, cuyo nombre proviene del arquitecto que lo creó en los años 1960, se hundió de forma repentina, arrastrando con él vehículos y pasajeros. AFP