Un afrodisíaco se define como un alimento o droga que despierta el instinto sexual,provoca el deseo o aumenta el placer o el rendimiento sexual. Naturalmente, los afrodisíacos son un tema candente, como lo demuestra la gran cantidad de oferta y demanda de medicamentos farmacéuticos disponibles y comercializados específicamente por sus efectos en el aumento de la libido. Sin embargo, algunas personas prefieren las alternativas naturales, ya que generalmente son más seguras y tienden a tener menos efectos secundarios.
Por Infobae
Los afrodisíacos han existido desde siempre. Pero, ¿realmente funcionan, o simplemente nos engañan? A continuación, expertos ofrecen su opinión sobre la eficacia de los más comunes y explican cómo cada alimento obtuvo su reputación.
“Los denominados alimentos afrosidisíacos tienen más de mito que de realidad. Sin embargo, algunos de ellos por contener antioxidantes, ácidos grasos insaturados, enzimas y vitaminas favorecen a funciones determinadas funciones sexuales”, sostuvo en diálogo con Infobae Walter Ghedin, médico psiquiatra y sexólogo.
Primero lo primero: ¿qué es un afrodisíaco y cómo interactúa con nuestro cuerpo? Un afrodisíaco, un término derivado de Afrodita, la antigua diosa griega del amor, se define como un alimento u otra sustancia que provoca la excitación o el deseo sexual.
Para muchas personas, dos cosas dominan la mente, por lo que no es de extrañar que vayan de la mano. La comida y el sexo están estrechamente relacionados. Por lo general, estos alimentos brindan nutrientes que también mejoran la salud de los órganos sexuales, además de aumentar las sensaciones de excitación, como la temperatura corporal, el ritmo cardíaco o la energía física.
¿Comer ostras realmente funciona?
La leyenda dice que cuando Afrodita, la diosa griega del amor, “nació”, se levantó del mar y por eso los mariscos se consideraron como un afrodisíaco. Sin embargo, la ciencia respalda la leyenda: las ostras están llenas de zinc, un nutriente esencial para la producción de testosterona. Una investigación ha sugerido que el zinc puede tratar la infertilidad masculina y aumentar la calidad del esperma. Además, contienen dopamina, un químico cerebral que aumenta el deseo.
Buenas fuentes de zinc incluyen: otros mariscos, carnes rojas, semillas como calabaza, cáñamo y sésamo, nueces como anacardos y almendras, legumbres como garbanzos y frijoles, leche y queso.
“Las ostras y el salmón contienen altos contenidos de ácidos grasos protectores como el Omega 3 y favorecen la disminución de colesterol y la permeabilidad de los vasos sanguíneos, el zinc que contienen interviene en la producción de testosterona aumentando el deseo sexual en hombres y mujeres”, aseveró Ghedin.
Chocolate amargo, ¿mito o realidad?
La “química del amor”: comer chocolate amargo puede emular la emoción inicial de enamorarse, porque contiene la feniletilamina (FEA) que se libera en los primeros meses de una relación amorosa. La FEA libera dopamina en el centro de placer del cerebro. Sin embargo, solo hay cantidades muy pequeñas de ella en el chocolate, y hay dudas sobre si permanece activo cuando se ingiere. También se dice que el cacao aumenta el flujo sanguíneo.
Entonces, ¿cuándo comenzó el vínculo entre el chocolate y el sexo? Hernán Cortés, un explorador español del siglo XVI que se cree que fue el primer europeo en descubrir el chocolate, le escribió al rey Carlos I de España que había observado a los mayas bebiendo chocolate, un alimento que “acumula resistencia y combate la fatiga”, pero nada que apoyara su uso como afrodisíaco.
Otras fuentes de triptófano incluyen: salmón, huevos, aves, espinacas, semillas, huevos, nueces y productos de soja.
“La soja contiene isoflavonas, sustancias que ayudan a mejorar los síntomas de la menopausia así como a mejorar el deseo sexual. La vitamina E está presente en los cereales, yema de huevo, espárragos, verduras, arvejas, semillas de sésamo y de zapallo. La vitamina E es un potente antioxidante que favorece distintas funciones corporales, entre ellas mejora la elasticidad de la piel y el flujo sanguíneo a nivel sistémico, incluyendo el genital”, explicó Ghedin.
¿Los chiles picantes condimentan la vida sexual?
Los chiles picantes contienen capsaicina, que según la ciencia pueden inducir la liberación de endorfinas. También acelera el metabolismo y aumenta la temperatura corporal y la frecuencia cardíaca, que experimentamos al tener relaciones sexuales. La sustancia responsable de hacer que los chiles se conviertan en picantes, estimula las terminaciones nerviosas en la lengua, que libera epinefrina (adrenalina), que aumenta el ritmo cardíaco y así libera endorfinas.
Maca, calabaza, ajo, banana, uvas y té verde
La maca, la raíz inca, se cree que aumenta la energía, el vigor, la fertilidad y la libido. Si bien aún no se ha emitido el veredicto sobre el tubérculo originario de la región andina y cultivado en Perú, las raíces de la planta son ricas en magnesio y fibra, que son buenas para mejorar la resistencia y el bienestar.
La calabaza es rica en fibra y tiene potasio, que es bueno para la resistencia; y magnesio, que puede ayudar a calmar los nervios y los músculos. El ajo es alto en alicina, lo que aumenta el flujo sanguíneo y el bienestar cardiovascular en general. Y la banana contiene una enzima bromelana, que se cree que aumenta el deseo sexual de un hombre, así como altos niveles de potasio, riboflavina y vitamina B2 (importante para mantener los niveles de energía altos).
“El té verde posee acciones protectoras sobre el endotelio (capa de células que recubren los vasos sanguíneos) además de vasodilatadoras, por lo cual pueden ayudar a la lubricación y a la erección. Las uvas, por su parte, contienen polifenoles, entre ellos el resveratrol, presente también en maníes, moras y cacahuates. La acción del resveratrol sobre distintas funciones ha sido corroborada por diferentes estudios: son antioxidantes y vasodilatadores y por ende favoreces las erecciones”, indicó el especialista.
¿El alcohol ayuda o dificulta?
El alcohol puede aumentar el deseo disminuyendo las inhibiciones, pero como aunque provoca deseo, quita rendimiento. La sensibilidad en hombres y mujeres también se reduce al beber demasiado alcohol, y con el tiempo puede disminuir el deseo sexual o en casos severosinducir la impotencia.
“Los efectos del alcohol sobre el sistema nervioso y vascular se basan en que en un primer momento su ingesta desinhibe y genera un mayor aflujo de sangre a todo el cuerpo y a los genitales por vasodilatacion, pero en una segunda instancia, enlentece los reflejos y reacciones nerviosas, afectando la erección y la eyaculación”, sostuvo en diálogo con este medio Beatriz Literat, médica sexóloga clínica y ginecóloga del Departamento de Gineco-Sexo-Estética de Halitus Instituto Médico.
Según una investigación publicada por la revista biomédica The American Journal of Clinical Nutrition, el consumo de alimentos ricos en ciertos flavonoides se asocia con un riesgo reducido de disfunción eréctil (DE). Un flavonoide, la antocianina, que se encuentra en los arándanos, y otros que se encuentran en los cítricos, ofrecen el potencial de prevenir la disfunción eréctil. Una mayor ingesta total de frutas se asocia con una reducción del 14% en el riesgo de DE y una combinación de consumir alimentos ricos en flavonoides y el ejercicio puede reducir el riesgo en un 21%.
Algunas investigaciones sugieren que la dieta de estilo mediterráneo puede ser eficaz para prevenir la disfunción eréctil y preservar la función sexual. La misma es rica en granos enteros, frutas, verduras, legumbres, nueces y aceite de oliva.
Las fuentes de antocianinas incluyen: cerezas, moras, grosellas negras, arándanos, frambuesas, algunas uvas, berenjena y col morada.
Se pueden dividir a los afrodisíacos en tres categorías: libido, potencia y placer sexual. Sin embargo, debido a la dificultad para medir su éxito, ninguno ha sido probado científicamente para funcionar en humanos.
“Independientemente de las propiedades afrodisíacas de estos productos, el hecho de que una pareja se invite mutuamente a compartir una comida exquisita, en un ambiente romántico, ya es una convocatoria a pasar un momento inolvidable. Y las expectativas y fantasías que genera esta situación pueden estimular poderosamente la respuesta sexual humana”, concluyó Literat.