Luis Alberto Buttó: La Francisco de Miranda y la autonomía universitaria

Luis Alberto Buttó: La Francisco de Miranda y la autonomía universitaria

 

En estos días de julio que corren, la Universidad Experimental Francisco de Miranda (UEFM), sita su sede principal en la ciudad patrimonio de Coro, arriba a sus 42 años de fundada; hecho por demás trascendental ocurrido en el marco del innegable y sostenido proceso de expansión del subsistema de educación superior que, como línea de acción estratégica sustento del desarrollo nacional, adelantaron los sucesivos y alternados gobiernos de la democracia liberal representativa, desmontada a partir de 1999. Durante casi la mitad de estas honrosas más de dos décadas de funcionamiento, la UEFM ha estado intervenida por un gobierno opresor, despótico y de base pretoriana, caracterizado, entre otras fealdades de proceder, por ser enemigo declarado de todo aquello en que se traduzca la libertad, la democracia y la autonomía universitarias. En la semana que acaba de transcurrir, la intervención referida se ratificó al ser “renovadas” las autoridades de esa casa de estudios por decisión de quien así lo haya dispuesto desde el poder ejecutivo, con el agravante de que, como se supo por denuncia de los representantes gremiales del profesorado de la UEFM, una de tales autoridades, amén de no pertenecer a la universidad, ni siquiera es profesor universitario.





Como quien sí quiere la cosa, es perentorio recordar que el gobierno autoritario que concretó la intervención de la UEFM, como de otras universidades venezolanas, fue (es) inexplicablemente avalado, justificado y servido por gente que en algún momento formó parte (algunos todavía forman parte) del sector académico venezolano, en especial esos que vociferan aquí y allá, donde pueden hacerlo porque se les da tribuna para ello, en torno a la necesidad de rescatar lo que les dio por llamar «chavismo originario». En verdad, es maravilloso que expliciten de esa forma el modelo político que propugnan como adecuado para la sociedad venezolana, ya que así se les cae la careta cuando el resto de los venezolanos se dan cuenta del adefesio conceptual que defienden y que, en el caso concreto del mundo universitario, no significa otra cosa que universidades pisoteadas, vejadas, sometidas, humilladas. ¡Vaya desvergüenza que tienen algunos al pretender adornarse con la toga y el birrete! La memoria de Eutimio Rivas se les borró del recuerdo.

El caso descrito de la UEFM y de las otras universidades intervenidas, directa o indirectamente (verbigracia la USB, a la cual se le impuso un extraño como vicerrector académico, desconociendo de esta manera el pronunciamiento que la comunidad hizo para decidir al respecto), quizás no sea comprendido en su justa dimensión por el grueso de la sociedad venezolana, acogotada como está en la lucha por la supervivencia cotidiana que se ha tornado no cuesta arriba sino imposible. Por ello debe insistirse sin descanso en la necesidad de honrar el mandato constitucional referido a la preservación y cumplimiento de la autonomía universitaria y debe dejarse en claro que sin ella las universidades están imposibilitadas de cumplir a carta cabal su papel de instrumento fundamental e insoslayable del progreso nacional, dada su condición de depositarias por antonomasia del saber acumulado y de núcleos por excelencia de creación y divulgación de emergente conocimiento científico, medido éste tanto en cantidad como en calidad.

Sin autonomía universitaria es imposible mantener el clima de libertad de debate requerido para generar pensamiento crítico capaz de puntualizar cuando se asumen sendas equivocadas que perpetúan el subdesarrollo y retardan el arribo de la modernidad. Sin autonomía universitaria no hay garantía alguna de que la investigación universitaria responda única y exclusivamente al compromiso adquirido con el futuro y se deslastre del sometimiento a parcialidades de cualquier signo. Sin autonomía universitaria se corre el riesgo de que las universidades sólo sirvan para generar vergonzosos sustentos “teóricos” del poder utilizado con fines persecutorios. Redundancia ex profeso: sin autonomía universitaria no hay universidad verdadera.
Duele e irrita lo ocurrido en la UEFM. Toda mi solidaridad para con los compañeros que allí resisten y no negocian su dignidad.

@luisbutto3