Durante un recorrido por diversos sectores de Barcelona, estado Anzoátegui, el dirigente de Primero Justicia Richard Casanova, denunció que Nicolás Maduro viene “ejerciendo una atroz discriminación contra la provincia”, al mantener el racionamiento de energía eléctrica y combustibles, que ha llevado a las poblaciones del interior del país a situaciones límite.
Asimismo cuestionó el hecho de que voceros del régimen no se han pronunciado más en torno al mal llamado Plan de Administración de Carga (PAC) que impusieron a 20 de los 23 estados del país, tras las fallas registradas en el Sistema Eléctrico Nacional en marzo de este año.
Casanova, quien es miembro del Comité Político Nacional y directivo de la tolda amarilla en Anzoátegui, también criticó el hecho de que desde Pdvsa nieguen las fallas en el suministro de gasolina – que han llevado a millones de venezolanos a invertir horas diarias en colas para intentar llenar el tanque de sus vehículos –, así como en la distribución del gas doméstico en bombonas, tan necesario para quienes habitan en los sectores populares.
A su juicio, la vocación centralista de este régimen militarista se pone en evidencia con el desprecio que siente por la provincia y la aplicación de políticas claramente discriminatorias para la población que vive en el interior del país.
“El gobierno asustado hace todo por garantizar los servicios a la capital en detrimento de la provincia, donde la población sufre terriblemente calamidades de todo tipo”, aseguró.
Según Richard Casanova, el gobierno es incapaz de asumir su responsabilidad por esta tragedia que sufre el país. “Al contrario, quienes deberían ejercer la función de gobierno y resolver los problemas, responsabilizan a factores externos como el capitalismo, la derecha, el imperio o la oligarquía de todas las fallas registradas. El racionamiento eléctrico y de combustibles ha venido ocurriendo desde antes de las sanciones impuestas por EE.UU a Pdvsa y funcionarios de Maduro”.
Escasez de gasolina no es nueva
El dirigente nacional de PJ aseguró que mucho antes de las sanciones administrativas, Venezuela estaba importando gasolina porque fue la única solución que encontró el gobierno para suplir la escasez. “Siempre les resultó más fácil importar que frenar la destrucción de Pdvsa y su consecuente caída en la producción”.
La escasez de gasolina se debe fundamentalmente al declive de la producción petrolera que de 3.3 millones de barriles diarios al inicio de la “revolución” pasó a 734.000 en junio de 2019, según cifras secundarias ofrecidas por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
Esta situación ubica a Venezuela en el puesto 10 de los 14 países asociados al cartel internacional.
Al declinar el bombeo de petróleo, cae igualmente la producción de gas.
Casanova – quien también es directivo nacional del Colegio de Ingenieros de Venezuela (CIV) –, denunció el agravamiento del problema porque gran parte del crudo extraído va a China como parte del pago de la exorbitante deuda adquirida por Maduro, y además se mantiene el envío de petróleo a Cuba, saltándose todas las advertencias hechas por la administración de Donald Trump.
El dirigente justiciero no dudó en señalar que tanto el problema eléctrico como el petrolero no serán resueltos mientras Maduro permanezca en el poder.
En su opinión, ya no se trata solamente de la dramática situación que atraviesa el SEN, cuyas instalaciones y equipos están siendo “canibalizados” para reparar otros e intentar mantener la generación y transmisión de energía hidroeléctrica en el país, sino también de la imposibilidad de levantar la producción de petróleo y de poner en funcionamiento instalaciones como el Centro Refinador Paraguaná (CRP) y otros complejos petroquímicos con capacidad para procesar 1.300.000 barriles diarios de crudo.
“Para satisfacer la demanda interna en el corto plazo no hay más alternativa que importar gasolina y eso tendría un costo aproximado de $15 millones diarios que el gobierno debería disponer para garantizar un flujo constante de combustible. Cuando logran traer un barco las colas bajan pero el problema no está resuelto”, puntualizó.
Finalmente, Richard Casanova insistió en que las fallas en el suministro eléctrico, así como la escasez de gasolina y gas doméstico serán recurrentes por un tiempo.
Nota de prensa