Vivimos en un carrusel macabro, en un sube y baja de sentimientos encontrados, un día estamos convencidos del final de esta pesadilla, las esperanzas reviven, y al día siguiente nos sentimos defraudados de los líderes democráticos. No es casual, el régimen tirano necesita quebrarnos moral y espiritualmente para poder controlarnos.
El drama social no da tregua, cuando colocan el gas doméstico, se acabó el efectivo, cuando nuevamente hay comida, pasamos una semana en cola para colocar gasolina, cuando hay gasolina, se va la electricidad varias horas al día, y al llegar la electricidad te vuelves a quedar sin gas doméstico. Esto sólo por mencionar alguna de las cosas del día a día, sin entrar a las profundidades del dolor en los hospitales, la soledad en las universidades, los abuelos y maestros que desmayan porque no tienen para comer, o el niño que se quiere morir porque su mamá se tuvo que ir a otro país, mientras ella ahoga su propio dolor para poder mantenerlo.
En lo político no es distinto, pasamos de la claridad absoluta sobre la ruta firme que debemos seguir para salir de esta catástrofe, 1) cese de la usurpación, 2) gobierno de transición y 3) elecciones libres, desechando cualquier diálogo, a tener que ver a nuestros “lideres” en Noruega dialogando con nuestros victimarios; un día el Presidente (E) Juan Guaidó anuncia que aprobarán el TIAR – Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca- y luego nos informa que se están aproximando a una solución acordada con el régimen y sus mafias. Todas las opciones están sobre la mesa y vamos bien.
El régimen tirano escoge sus cartas, estira y encoge los hilos de la política nacional cual titiritero y juega con las necesidades de los ciudadanos hasta llevarnos al límite para hacernos perder nuestra fuerza, pero los venezolanos sabemos muy bien lo que queremos, y tenemos claro lo que debemos hacer para alcanzarlo. Usamos nuestra inteligencia y capacidades para enfrentar la situación diaria, sin rendirnos ni desviarnos en la lucha por la libertad.
El próximo martes el Presidente (E) Juan Guaidó convoca nuevamente a los ciudadanos para una sesión de la Asamblea Nacional en la calle, la expectativa es alta, otra vez le ofrecemos generosamente el apoyo para retomar la ruta original y avanzar en el cese de la usurpación y la salida de las mafias, pero este apoyo no es un cheque en blanco, es tan solo un voto de confianza.
Los venezolanos hemos sido claros y congruentes, no estamos interesados en negociar mejoras en las condiciones de cautiverio, queremos liberarnos de la tiranía y pedimos al mundo su ayuda. Exigimos a los diputados de la Asamblea Nacional y al Presidente (E) Juan Guaidó que cumplan la palabra empeñada. ¡Nuestro objetivo es ser libres, lo vamos a lograr y habrá justicia!