Los niños de los pequeños comerciantes del Mercado San Pablo Ermitaño, del municipio Libertador (Carabobo) vivieron un día diferente. Entre juegos, música y cotillones, los comerciantes y algunos particulares hicieron lo posible para que estos niños que viven el día a día junto a sus padres laborando disfrutaran de un merecido momento de alegría.
María Torrealba, organizadora del evento, destacó que “gracias a la colaboración de distintas empresas de la zona y mucho cariño de parte algunas personas pudimos celebrarle humildemente este día. Los niños no tienen la culpa de nada y merecen todo, su sonrisa nos alimenta el alma y este pequeño momento en que nos vemos rodeados con tantas risas nos hacen olvidar los tragos amargos del presente”.
Lina Medina, vecina del Casco de Tocuyito, expresó “felicito a los organizadores, todo esto cuesta mucho pero a pesar de los pesares un momento de recogimiento familiar es invalorable”.
Nota de Prensa