Corea del Norte dijo el viernes que su último lanzamiento de misiles fue una advertencia a los “belicistas” surcoreanos para que dejen de importar armas y realizar ejercicios militares conjuntos, un mensaje que, según los analistas, también estaba dirigido a Estados Unidos.
El líder norcoreano Kim Jong Un presenció personalmente el jueves la prueba de fuego de dos misiles balísticos de corto alcance, la primera prueba desde que Kim se reunió con el presidente estadounidense Donald Trump el mes pasado, y acordó reactivar las conversaciones de desnuclearización.
Las pruebas de misiles plantean dudas sobre la reanudación de las conversaciones de desnuclearización, que se estancaron tras el fracaso de una segunda cumbre entre Kim y Trump en Hanoi en febrero.
“No podemos dejar de desarrollar sistemas de armas superpotentes sin interrupción para eliminar las amenazas potenciales y directas a la seguridad de nuestro país que existen en el sur”, dijo Kim, según la agencia estatal de noticias KCNA.
Kim dijo que la prueba era “una solemne advertencia para los belicistas militares surcoreanos” y acusó a los surcoreanos de hipocresía por decir que apoyan la paz pero que al mismo tiempo importan nuevas armas y realizan ejercicios militares.
Un responsable del Ministerio de Defensa de Seúl dijo que se cree que los misiles son un nuevo tipo de misiles balísticos de corto alcance, una opinión que compartió el viernes el Comando de Fuerzas Combinadas Estados Unidos-Corea del Sur (CFC, por sus siglas en inglés).
Una evaluación conjunta con Estados Unidos mostró que ambos misiles volaron unos 600 kilómetros, más allá de pruebas de misiles similares anteriores, dijo el representante de Defensa a Reuters.
Esta fuente también dijo que los misiles tienen características similares a los SS-26 Iskander de Rusia y a los que Corea del Norte probó en mayo, un misil relativamente pequeño y rápido que, según los expertos, es más fácil de esconder, lanzar y maniobrar en vuelo.
Un portavoz de la CFC dijo en un comunicado que los lanzamientos “no eran una amenaza dirigida a [Corea del Sur] o a Estados Unidos, y no tienen ningún impacto en nuestra postura de defensa”.
Pionyang ha mostrado una creciente frustración a través de los medios de comunicación estatales por el hecho de que Corea del Sur no haya cumplido con las promesas de cooperación económica o de acuerdos de paz, todo ello mientras importaba los últimos cazas F-35 y realizaba ejercicios militares con Estados Unidos.
La información de la KCNA no mencionaba a Trump ni a Estados Unidos, pero indicaba que Kim criticó a las autoridades surcoreanas por realizar ejercicios militares conjuntos, que Trump prometió terminar después de su primera reunión con Kim en junio de 2018.
Corea del Norte acusó a Washington de romper esa promesa al planear realizar ejercicios militares conjuntos con Corea del Sur el próximo mes y advirtió sobre el posible fin de la congelación de sus ensayos nucleares y de misiles de largo alcance. Reuters