Un hombre norcoreano atravesó la Zona Desmilitarizada que divide la península de Corea, anunció Estado Mayor Conjunto de Seúl este jueves, una muy infrecuente deserción a través de la frontera, estrictamente vigilada.
Más de 30.000 norcoreanos escaparon del hermético Norte hacia el Sur desde que la península de Corea quedó dividida por la guerra (1950-1953), según datos gubernamentales. La motivación, en muchos casos, fueron las prolongadas dificultades económicas.
Pero muy pocos se atreven a atravesar la Zona Desmilitarizada (DMZ), que está plagada de minas terrestres y cuenta con una fuerte presencia militar en ambos sentidos. La gran mayoría atravesaron la frontera con China, mucho más porosa, antes de llegar a Corea del Sur a través de un país tercero.
Según el ejército surcoreano, el hombre fue detectado cuando se desplazaba hacia el Sur tras haber cruzado la Línea de Demarcación Militar de la DMZ la noche del miércoles.
“El ejército obtuvo la custodia de esta persona, de acuerdo con el procedimiento” establecido, dijo el Estado Mayor Conjunto en un breve comunicado, en el que señalaba que estaba siendo interrogado.
Más allá del hecho de que se trata de un soldado, no trascendieron más detalles sobre su identidad ni su motivación.
“No se vio ningún movimiento militar norcoreano en la frontera”, añadió el Estado Mayor Conjunto.
Pyongyang es objeto de duras sanciones económicas debido a sus múltiples ensayos nucleares y lanzamientos de misiles, el último de ellos esta misma semana.
El régimen tacha a los desertores –que representan una importante fuente para conocer los brutales tratos que reciben los ciudadanos– de “escoria humana”.
Los contactos entre el Norte y el Sur están en mínimos desde febrero, cuando una segunda cumbre entre el presidente estadounidense, Donald Trump, y el líder norcoreano, Kim Jong Un, concluyó abruptamente sin un acuerdo relativo al desmantelamiento del arsenal nuclear de Pyongyang y el alivio de las sanciones.
La frontera entre Corea del Norte –dotada del arma nuclear– y Corea del Sur –un país democrático y económicamente desarrollado– es la última que queda de los años de la Guerra Fría.
En noviembre de 2017, un soldado del Norte de 24 años logró atravesar, bajo una lluvia de balas, la línea de demarcación en la localidad de Panmunjom, donde los ejércitos de las dos Coreas están apostados frente a frente. Las imágenes de esta espectacular huida dieron la muerte al mundo.
La deserción anunciada este jueves apenas es la tercera desde entonces. AFP