La crisis económica afecta de forma evidente la vida de los venezolanos, pero conforme a las denuncias de Antonio Roman, diputado a la Asamblea Nacional, también la crisis afecta la muerte. Familiares y allegados de fallecidos que reposan en el Cementerio Municipal de Valencia denuncian descuido de las instalaciones, ausencias de mantenimiento y poda, inseguridad, profanación de tumbas y costos excesivos para los servicios.
Antonio Roman denunció: “En el Cementerio Municipal de Valencia los familiares deben llevar los materiales de construcción para poder enterrar a sus deudos con sus propias manos, no me lo contaron, lo he visto personalmente. Es una situación dolorosa que las familias, lógicamente afectadas emocionalmente por el fallecimiento de un ser querido, tengan que además padecer la situación de no contar con servicios funerarios acordes a las necesidades y costumbres de los venezolanos”.
Los costos de todo ello puede alcanzar cifras astronómicas y cotizaciones en dólares.
Asimismo, Roman consideró pertinente que “los gobiernos locales, quienes tienen las atribuciones y competencias en materia de cementerios, deben hacer su trabajo y no abandonar a su suerte los cementerios. Es una cuestión de humanidad, todos pasamos por el trago amargo de perder un ser querido y a ese sufrimiento espiritual no deberíamos agregar el sufrimiento económico producto del abuso y la desatención”.